José Antonio Román

Al cierre de junio el del CIDE tenía $333 millones // Ciatec, Cicese, Colef, Inecol y CIDI sumaban 311.7

De los 785 millones de pesos que al cierre del segundo semestre del año tenían los fideicomisos de los 26 Centros Públicos de Investigación (CPI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), sólo seis concentraban 82.1 por ciento de los recursos.

De estos últimos, el del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) era el más cuantioso con 333 millones de pesos, cifra que representaba 42.5 por ciento. Otro 40 por ciento estaba en los fideicomisos del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec), el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (Cicese), el Colegio de la Frontera Norte (Colef), el Instituto de Ecología (Inecol) y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDI). En conjunto tenían 311.7 millones de pesos.

En contraparte, los otros 20 Centros Públicos de Investigación –cuyos fideicomisos sólo tenían 140.3 millones de pesos, es decir, 17.9 por ciento de los recursos disponibles a julio pasado– muestran cantidades muy dispares.

Así, el Centro de Investigación en Materiales Avanzados contaba con 33.8 millones de pesos, mientras el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) tenía cien mil pesos, o el Centro de Investigación en Geografía y Geomática, que reportó cero pesos en su fideicomiso. En otros ocho casos las cifras no rebasan siquiera 5.5 millones de pesos.

De acuerdo con un análisis elaborado por académicos del CIDE, que se oponen a la desaparición de los fideicomisos y se han manifestado varias veces frente al Senado, se señala que los 785 millones de pesos disponibles apenas representan 3 por ciento de la disponibilidad de los fideicomisos que tiene el Conacyt, que suman casi 25 mil millones de pesos.

Además, se indica que los CPI –distribuidos en todo el país y cuyas actividades incluyen ciencia básica, ciencias sociales y desarrollo tecnológico– constituyen la segunda fuerza de investigación científica a escala nacional, y forman capital humano mediante una oferta madura de especialidades, maestrías y doctorados.

No obstante, de acuerdo con el mismo reporte, se observa que existe una enorme concentración de recursos en unos cuantos Centros Públicos de Investigación.

Asimismo, se advierte que aunque relativamente pequeños, los fideicomisos son cruciales para los centros, por lo que extinguirlos sin un mecanismo de remplazo supone poner en riesgo su viabilidad y capacidad para cumplir sus funciones.