Jessica Xantomila

Queremos derribar este símbolo que atenta contra la dignidad del pueblo, gritó un grupo de jóvenes que intentó cruzar el cerco que la policía colocó para impedir el acceso a la estatua de Cristóbal Colón en la colonia Buenavista, Ciudad de México.

La conmemoración de los 528 años de resistencia indígena se vio enmarcada por una serie de protestas en contra de que se mantengan las estatuas de Cristóbal Colón en espacios públicos. Grupos de artistas independientes y jóvenes se reunieron en los monumentos del navegante que se ubican en Paseo de la Reforma y Buenavista para manifestar su rechazo a la invasión que sufrió México.

No fue el descubrimiento de América, sino el principio de la invasión de América por Europa; fue el saqueo de todo. A nuestros antepasados les robaron sus tierras, todo, dijo Antonio Gritón.

La jornada de protestas dio inicio al mediodía, cuando el denominado Grupo Popular de Artistas Independientes se reunió en la glorieta de Colón –que fue cercada con vallas– para manifestar su repudio a la conquista de América. Ahí, los manifestantes calificaron de victoria que el gobierno de la Ciudad de México retirara la estatua del navegante, el sábado pasado, pues consideraron que fue por la amenaza velada de que lo derribaríamos.

Como parte de la protesta, pintaron las vallas con calaveras, pirámides y mensajes como Cristóbal Colón, asesino, ¡Hasta nunca, genocida! También demandaron al gobierno capitalino retirar de espacios públicos todas las esculturas que hagan honor y homenaje al genocidio, a la invasión de América.

Gritón, quien mencionó que en 1992 participó en la primera manifestación en la que aventaron huevos y pintura a la estatua de Colón, destacó que personajes como el navegante y Carlos V se ponen como héroes, pero fueron el principio del genocidio.

En tanto, en el monumento a Cristóbal Colón ubicado en Buenavista, otro grupo de jóvenes, en su mayoría vestidos de negro, intentaron derribar el cerco que la policía capitalina colocó para impedir el paso de los manifestantes, quienes pretendían tirar la estatua.

Aunque los jóvenes colocaron en una de las vallas un tipo de gancho sujetado a una cuerda para intentar derribarla, no tuvieron éxito. Después rodearon el cerco con el fin de encontrar espacios para trepar y saltar la barrera, pero no lo lograron, ya que la policía entre empujones y jaloneos se los impidió.

¡Queremos derribar este símbolo que atenta contra la dignidad del pueblo!, expresaron los manifestantes. Hoy no hay nada que celebrar, han sido más de 500 años de resistencia, añadieron.

Los jóvenes también lanzaron latas de aerosoles, piedras y globos llenos de pintura contra el monumento, algunos de los cuales lograron dar con el objetivo. En las vallas pintaron consignas en contra de la colonización, así como del Tren Maya y el Proyecto Integral Morelos. También, una de las manifestantes prendió fuego a unas hojas para recordar, dijo, cómo los invasores quemaron nuestros códices y nuestra memoria.

Al verse superado en número por los policías, los jóvenes se retiraron poco después de las 15 horas. No obstante, en las vallas dejaron plasmada la advertencia: Si no cae hoy, será otro día.