Israel Rodríguez

Hace 40 años se levantó la última

Desde hace 40 años México no construye una refinería después de que en 1979 comenzó la operación de la que se instaló en Cadereyta, Nuevo León. En la actualidad, el Sistema Nacional de Refinación (SNR) cuenta con seis plantas refinadoras ubicadas en Ciudad Madero, Cadereyta, Salamanca, Tula, Minatitlán y Salina Cruz.


La última vez que se habló de construir una nueva refinería fue el 18 de marzo de 2008, cuando el presidente Felipe Calderón anunció que se edificaría una nueva planta industrial, pero en 2014 –en el sexenio de Enrique Peña Nieto– se dio a conocer la cancelación de ese proyecto después de que se habían invertido 9 mil millones de pesos y sólo se edificó la barda perimetral.

Además, el estado de Hidalgo, que había ganado la sede para la construcción de la refinería Bicentenario, tuvo que asumir una deuda bancaria por mil 500 millones de pesos que fueron utilizados para la adquisición del polígono de 700 hectáreas donde se iba a construir la planta industrial.

Posteriormente, Pemex anunció que asumiría la deuda y que sería pagada en parcialidades hasta terminar de liquidarla en 2027.

Las seis refinerías que integran el SNR, al cierre del primer trimestre de 2019, registraron una utilización de la capacidad de destilación primaria de 34 por ciento, revelan informes oficiales de Pemex.

Para finales de 2019, la meta es alcanzar una tasa aproximada de 60 por ciento aumentando los procesos de mantenimiento con la finalidad de estabilizar la operación. Para satisfacer la demanda interna, Pemex importa aproximadamente 70 por ciento de la oferta total de gasolinas y diésel. Pese a la alta importación de refinados, la empresa petrolera posee 92 por ciento del mercado de gasolinas y diésel de México.

En el primer trimestre de 2019, el crudo procesado en el SNR registró un promedio de 559 mil barriles diarios, lo que significa un volumen inferior en 40 mil barriles o 6.6 por ciento menor al proceso de crudo del mismo periodo de 2018.

Lo anterior se explica porque en la refinería de Salamanca las plantas primarias y las reformadoras operaron en forma intermitente en los primeros dos meses del año. Sin embargo, al cierre de marzo se estabilizó su operación y en abril procesó en promedio 126 mil barriles diarios.

En contraste, el proceso de crudo en la refinería de Minati-tlán registró un incremento de 68 mil barriles respecto del primer trimestre de 2018, debido a que la planta Combinada Maya reinició operaciones en enero de 2019 después de que se rehabilitó la zona afectada por el incendio de octubre de 2018.

Por su parte, la refinería de Madero reinició operaciones y el proceso de crudo creció en 8 mil barriles respecto del primer trimestre de 2018.

El proceso de crudo pesado en las refinerías reconfiguradas fue de 192 mil barriles, volumen superior en 88 mil barriles al mismo periodo del año pasado. Este desempeño se explica por el reinicio de operaciones de la planta Combinada Maya de la refinería de Minatitlán.

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