Fabiola Martínez

Del 30 de enero al primero de abril, Estados Unidos envió a México a 551 centroamericanos solicitantes de asilo de aquel país, para que esperen aquí en tanto transcurre el análisis de sus casos.

La mayoría (467 personas) ha sido puesta en territorio mexicano a través de la garita El Chaparral, en Tijuana, Baja California, según información oficial recabada.

Como se trata de una decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos, la contraparte mexicana no es responsable de los centroamericanos en esa condición, aunque por razones humanitarias trata de darles alimento y techo e incluso opciones de trabajo, mientras permanecen en México a la espera de una respuesta de Washington, dijeron funcionarios de la Secretaría de Gobernación. El Instituto Nacional de Migración (INM) reportó la internación de 53 extranjeros centroamericanos en el puerto fronterizo Reforma, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua.

El envío de personas a México, solicitantes de asilo a Estados Unidos se multiplicó las dos semanas recientes, dijeron fuentes gubernamentales consultadas, al mismo tiempo que el presidente Donald Trump amenaza con cerrar la maldita frontera y culpa a México de no hacer nada para detener el flujo de personas.

El lunes pasado, la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, ordenó incrementar las devoluciones de solicitantes de asilo de terceros países a territorio mexicano. Hasta el 12 de marzo autoridades del vecino país mencionaban 240 envíos.

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