Julio Reyna Quiroz

La cancelación de la cuarta subasta eléctrica de largo plazo es negativa para el sector porque plantea dudas sobre el compromiso de México con la inversión en energías renovables, y causa incertidumbre sobre el futuro del financiamiento privado para nuevos proyectos, señaló un análisis de la calificadora Moody’s.

El reporte de la firma indica que la cancelación por parte del Centro Nacional de Control de Gas Natural anunciada el mes pasado coincide con un plan de la nueva administración para aumentar su dependencia de la generación convencional, incluyendo el gas natural doméstico, y la hidroelectricidad.

Las tres primeras subastas en energías renovables agregaron una capacidad solar significativa a la red eléctrica de México, que comprendía sólo 0.28 por ciento de la capacidad total de la red al cierre de 2017. Los precios promedio para las nuevas energías renovables fueron algunos de los más baratos en el mundo y los inversionistas privados que buscan oportunidades a través de la subasta agregaron estabilidad a la red eléctrica de México mediante la diversificación, apuntó el documento de Moody’s.

Advierte que la cancelación de la subasta y la eventual pérdida de contratos de energía adicionales de bajo costo corren el riesgo de tener repercusiones, tanto en la red como en la Comisión Federal de Electricidad, como la permanencia de plantas más antiguas y menos eficientes.

Moody’s destaca que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la intención de invertir en la modernización de los recursos hidroeléctricos para aumentar la energía limpia.

Para el analista del sector de energía y electricidad Ramsés Pech se requiere la construcción de más generación y adaptar las actuales a tecnologías con una mayor eficiencia energética y reducción de costos de materia prima que emitan menos contaminantes.

Dijo que actualmente la CFE tiene una desventaja en el mercado debido a que tiene una alta ineficiencia de generación de electricidad por los tipos de materia prima utilizada para producir electricidad.

Datos del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional señalan que en 2017 el país generó 50 por ciento de su electricidad con ciclo combinado, en termoeléctrica 13 por ciento, e hidroeléctrica 10 por ciento, en carboeléctrica 9 por ciento, mientras que con energías eólica fue de apenas 3 por ciento y solar uno por ciento.