César Arellano García

El representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab, pidió que el Estado mexicano brinde trato y traslado humanitario a las caravanas de migrantes, principalmente hondureños, que transitan por el país, para que no se pierdan en el camino, sobre todo a las familias que viajan con niños, y consideró una burla la promesa incumplida del gobierno de Veracruz, que dejó a los centroamericanos desamparados y expuestos a la delincuencia.

En entrevista con La Jornada, dijo que tras la fragmentación de la primera caravana en esa entidad, quedaron abandonados en una zona donde abunda el crimen organizado, hay fosas clandestinas, desapariciones e incluso asesinatos de migrantes y mexicanos desde hace mucho tiempo, los cuales, aseveró, no se investigan y quedan en la impunidad.

“Si dejan a la caravana desprotegida, sus integrantes están expuestos a altísimos riesgos, como secuestros para extorsionar a sus familias en los países de origen y que los utilicen para fines de trata o explotación sexual y laboral.

Muchos terminan asesinados, como hemos visto no sólo en las grandes masacres del norte, sino también en muchas otras circunstancias, y de gran parte de estos crímenes que ocurren habitualmente no tenemos noticias porque están invisibilizados. A pesar de esto, agregó, las autoridades los desatendieron, los dejaron a su suerte.

Peligro

“Si dejan a los migrantes desprotegidos, viajando en vehículos de desconocidos, quién me dice que no hay peligro. Después de la oferta del gobernador de Veracruz (Miguel Ángel Yunes Linares), que el viernes dijo que iba a haber un traslado humanitario, civilizado y poco después manda el mensaje opuesto, la caravana, en su desesperación, exhausta, ya no tiene confianza en las autoridades ni en personas que la asesoran, entonces se fragmenta.

Es posible que algunas personas hoy no localizadas sí van a reaparecer, pero nadie tiene la certeza; es una caos total. Anteriormente no hubo un censo, entonces la visión más pesimista es que tampoco vamos a saber quién eventualmente desapareció o no y será muy difícil. Vamos a cooperar con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y las oficinas del alto comisionado en Honduras y Guatemala, pero será muy difícil establecer qué ocurrió con estas personas. Lo que estamos atestiguando es una naufragio sin asistencia.

Durante el lanzamiento de la campaña por el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la estación del Metro Barranca del Muerto, algunos asistentes sostuvieron que las garantías individuales en el mundo están siendo amenazadas y que los migrantes viajan en las peores condiciones para buscar una vida mejor.

Consuelo Olvera Treviño, secretaria ejecutiva de la CNDH, dijo que lograr una vida digna, justa y libre para todos sigue siendo un pendiente, sobre todo para las personas en situación de mayor vulnerabilidad, entre ellas migrantes, niños, adolescentes, indígenas, personas con discapacidad y mujeres.

Jarab agregó: somos testigos de que las tendencias e ideologías en contra de los derechos humanos están de vuelta.

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