César Arellano García
La Policía Federal (PF) tiene que consolidarse debido a que es la corporación más acreditada del país, con un porcentaje de aprobación de casi 80 por ciento histórico, aseguró Cuauhtémoc Vázquez González de la Vega, titular de la Unidad de Servicios del Sistema de Justicia Penal.
“Cierto es que las policías, incluyendo la federal, nos tenemos que seguir equipando, necesitamos más gente, más recursos, mucho más equipo. Sin embargo, en la PF lo que tenemos que hacer es coordinarnos con estados y municipios. Voltear a ver a las policías municipales y estatales para que haya buena coordinación.
La Policía Federal no puede con todo el fenómeno delictivo, necesita a municipios y estados, que en conjunto suman casi 500 mil elementos en el país, y la PF sólo tiene 40 mil. Si juntamos a todos los demás sería otra realidad, agregó.
Consideró que las fuerzas armadas sí deben seguir en las calles para actuar en casos de detenciones, preservar alguna área y apoyar a las víctimas, pero debe existir coordinación con la policía en cuestiones de investigación.
Es urgente la coordinación de los tres órdenes de gobierno y el fortalecimiento de las policías municipales y estatales; deben tener una participación activa en los tema de la investigación y de abatir los índices delictivos.
Por otra parte, después de participar en el Congreso Internacional sobre un Nuevo Modelo de la Fiscalía, organizado por el Instituto de Nacional de Ciencias Penales, manifestó que se requiere la creación de una fiscalía general de justicia, pero ésta debe ser autónoma y que el titular del organismo no tiene que ser nombrado por el Ejecutivo, porque eso hablaría de falta de independencia.
En otros países el fiscal puede ser propuesto por el Congreso, la academia o barras de abogados, y ratificado por el Senado. Que el nombramiento no lo haga el Ejecutivo ayudaría a otorgarle autonomía plena, y si esto no se logra, habría que trabajar en una reforma de segunda generación y estar muy pendientes del actuar de la fiscalía y de las policías, concluyó Vázquez González de la Vega.
