Gustavo Castillo García y Emir Olivares Alonso

Este 15 de mayo se cumple un año del asesinato de Javier Valdez Cárdenas. Al mediodía, hace 12 meses, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, minutos después de que salió de las instalaciones del semanario Ríodoce, fue abatido por un comando del cártel de Sinaloa al servicio de Dámaso López Núñez, El Licenciado, según han establecido las indagatorias realizadas por la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), contenidas en un expediente de 16 tomos.

Para la investigación del homicidio, el grupo que realiza labores de análisis de contexto para la Feadle recopiló 5 mil textos periodísticos cuyo tema central fue el narcotráfico, las organizaciones criminales que operan en Sinaloa y sus integrantes.

Además, los libros de Javier Valdez, como Con una granada en la boca. Heridas de guerra del narcotráfico en México, en el cual el informador dio cuenta de uno de los más grandes rompimientos en el cártel de Sinaloa, cuando Alfredo Beltrán Leyva fue detenido por militares y ello generó desde 2009 un promedio de mil ejecuciones anuales en la zona de influencia del grupo que dirigía Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

Javier Valdez contó desde hace muchos años lo que sucedía con el narcotráfico en esa región, pero lo hizo con mayor detalle desde 2008: los encuentros y desencuentros, las alianzas entre los capos del cártel de Sinaloa, y particularmente en 2016 la disputa surgida entre el grupo que encabezaban El Licenciado, y su hijo, Dámaso López Serrano, El Mini Lic, por un lado, y Alfredo e Iván Guzmán Salazar, hijos de El Chapo, por el otro. Ambos buscaban el control de la organización.

De los 5 mil textos analizados, 600 arrojaron mayores elementos para la investigación sobre el asesinato de Valdez Cárdenas, y el disgusto que sus trabajos periodísticos generaron en la gente de Eldorado, como identificaban a la célula que dirigían El Licenciado y su hijo, El Mini Lic, entre ellos la entrevista realizada en febrero de 2017 a un enviado de López Núñez, el cual le comentó al situación que se vivía entre los líderes del cártel de Sinaloa.

Funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional señalaron que esa entrevista, publicada el 20 de febrero de 2017 en Ríodoce, titulada: “No disparé a los Guzmán y soy amigo de El Mayo Zambada: Dámaso”, fue uno de los textos en que más se evidenció la controversia al interior de la organización criminal sinaloense.

De hecho, indicaron las fuentes, a un año del homicidio, hay indicios que refieren que fue la gente de El Licenciado y El Mini Lic la que intentó que el texto no apareciera. Tras su publicación, se ordenó la compra de todos los ejemplares de Ríodoce.

En ella se informó que el 4 de febrero de 2017 se realizaría un encuentro “cerca de la comunidad de Paredones, perteneciente a la sindicatura de Jesús María, de dos de los tres grandes jefes del cártel de Sinaloa: Ismael El Mayo Zambada y los Guzmán, aunque inicialmente se había dicho que también asistiría López Núñez”.

Valdez Cárdenas escribió que “gatilleros de López Núñez atacaron a balazos a Los Menores. Versiones extraoficiales indican que ni Zambada ni los Chapitos sufrieron lesiones”.

El 15 de mayo el corresponsal de La Jornada acudió a una junta editorial de Ríodoce, en Culiacán. Al filo del mediodía abandonó las instalaciones, abordó su vehículo, tomó por la calle Teófilo Noris, cruzó General Ramón F. Iturbe y en Epitafio Osuna dio vuelta a la izquierda. Estaba a dos calles del semanario. Enfiló por la avenida Riva Palacio y entre Ramón F. Iturbe y Epitacio Osuna, en la colonia Jorge Almada, un vehículo Versa color gris que lo seguía lo chocó en la parte trasera.

Parecía sólo un incidente de tránsito, pero los sicarios se adelantaron al Corolla color rojo que conducía Valdez y le cerraron el paso. Dos de ellos descendieron de su automóvil y, a gritos, lo hicieron bajar, le dispararon y se dieron a la fuga. Uno de los asesinos tomó el Corolla de Valdez y lo abandonó 15 calles adelante. Sus compañeros lo recogieron después, pues lo seguían en el Versa.

Heriberto Picos, El Koala, uno de los presuntos responsables, se encuentra detenido y se le dictó vinculación a proceso por el delito de homicidio agravado el pasado 29 de abril por un juez federal; los otros dos ya fueron identificados como Juan Francisco N, El Quillo, y Luis Ildefonso Sánchez, quien fue asesinado en septiembre de 2017 en Sonora.

La Feadle trabaja para acreditar la autoría intelectual a El Licenciado y su hijo. El primero de ellos está detenido en México, mientras que el segundo se entregó a autoridades de Estados Unidos en julio de 2017.

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