Fabiola Martínez y Enrique Méndez

José Antonio Meade recibe su constancia como candidato por el Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República, durante la Convención Nacional de Delegados, en el Foro Sol, en Ciudad de México.

José Antonio Meade Kuribreña reconoció ayer que en la elección del primero de julio, el priísmo está frente a una de las batallas más difíciles de su historia y, una vez ratificado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como su primer candidato presidencial no militante, ofreció hacerse cargo del malestar y la decepción social.

Seré implacable en el combate a la corrupción, sostuvo ante la convención nacional de delegados del tricolor en el Foro Sol. Ahí expresó que no se puede desatender o ignorar las exigencias sociales, voltear la mirada o perder el oído a los reclamos.

Todos hemos visto y escuchado el desaliento de muchos mexicanos. Tenemos que ver y escuchar su profundo malestar por actos de corrupción, dijo.

Meade aprovechó para cuestionar las renuncias de militantes que se han ido a otros partidos a buscar candidaturas: nos comprometemos con los principios del PRI, la ley, la libertad, la democracia, la justicia social y el progreso. Vamos adelante con quienes comparten esas convicciones; quienes no las compartan quedan libres de ir hacia atrás.

Mano alzada de 18 mil 920 delegados

A las 10:30 horas de este domingo, después de que la Comisión Nacional de Procesos Internos registró el voto a mano alzada de 18 mil 920 delegados en favor de la candidatura de Meade, el presidente del partido, Enrique Ochoa Reza, le tomó la protesta reglamentaria. ¡Sí, protesto! Lo hago por México. Los invito a todos que lo hagamos por México.

¡Tenemos candidato!, exclamó el jilguero del PRI, que pidió una porra para Meade.

El músculo priísta se movió bajo la dirección de los sindicatos y las huestes del estado de México; el sector obrero llenó las gradas; la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) de Isaías González; los cetemistas de Carlos Aceves, ausente por problemas de salud; los del sector popular y el campesino, del que se dijo parte el candidato: me hice trabajando en el campo.

El partido informó que a la convención asistieron 35 mil personas, entre invitados, delegados, dirigentes, gobernadores, legisladores, candidatos y funcionarios del gabinete presidencial. A estos últimos, les ofreció hacer equipo nuevamente.

Dedicó un espacio a reconocer el liderazgo de Enrique Peña Nieto y abundó: Hay que reconocer el avance en muchos espacios. Ignorarlo sería injusto e ingrato.

Meade hizo un reconocimiento a Ocho Reza por su entusiasmo y participación y a la secretaria general, Claudia Ruiz Massieu, por el éxito de la convención; sin embargo, cuando apenas llevaba unos 15 minutos de su discurso, decenas de delegados abandonaban el foro.

El ex titular de Hacienda resaltó que ser candidato del PRI constituye el mayor honor de mi vida. Me comprometo a trabajar con todos para ganar... Mi compromiso es hacer realidad el compromiso de los mexicanos”.

La elección presidencial será decisiva, porque de ella depende nuestro futuro, de los jóvenes y las próximas generaciones. No lo podemos arriesgar. Se trata de una elección entre ir hacia adelante o hacia atrás.

Nuevamente alertó la disyuntiva que ha sugerido desde su destape el 27 de noviembre pasado.

Abundó: “Vamos hacia atrás cuando se ataca la libertad de expresión; vamos hacia adelante cuando respetamos la crítica y las diferencias. Vamos hacia atrás cuando entra la corrupción en la política; y vamos hacia adelante asegurando que no haya un peso al margen de la ley y ningún privilegio más que el de ser mexicano.

Vamos hacia atrás cuando se agrede a las instituciones, y hacia adelante cuando se respeta la división de poderes. Vamos hacia atrás cuando se cancela la educación de excelencia, y hacia adelante cuando hagamos del conocimiento la fuerza de México. Vamos hacia atrás cuando se ofrece impunidad a los criminales, y hacia adelante cuando se aplica la ley y se castiga a quienes han causado tanto daño.

Puntualizó que su gobierno se centrará en tres ejes: hacer de México la capital mundial del talento; seguridad y mayor ingreso familiar para que sean felices; y emprender un cambio sin precedente en la política social, que consiste en levantar desde la campaña el primer registro nacional de necesidades de cada persona.

Meade pidió a los priístas, que ya se retiraban, seguir de pie. México nos necesita listos para la batalla. Cada vez que nos ha necesitado, el priísmo ha estado presto a dar la batalla. Estamos frente a una de las batallas más difíciles de nuestra historia. Cuentan conmigo y sé que cuento con ustedes.

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