Enrique Méndez y Roberto Garduño

Unidos en torno al PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, ahora se conformaron como frente legislativo en la Cámara de Diputados. Presentaron ayer una agenda de 15 temas donde no se contempla la ley de seguridad interior y se insiste en impulsar el mando mixto policial.

Ricardo Anaya, quien insistió en colocar primero el proyecto y después los candidatos –negándose a responder si declinaría su aspiración por la candidatura presidencial del frente con PRD y MC–, llevó la primera voz en la conferencia de prensa donde fue secundado por la perredista Alejandra Barrales y el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.

Los tres líderes reiteraron su convicción –desideologizada– de contender unidos en las próximas elecciones, y habrán de definir el contenido de su programa de acción y próximamente ‘‘estudiaremos’’ las candidaturas.

Notable expectativa despertó la asistencia de los presidentes de PAN, PRD y MC a San Lázaro. Fueron acompañados, entre otros, por personajes que controlan grupos de presión y ‘‘tribus’’ de sus respectivos partidos, como Santiago Creel, Luis Sánchez, Marko Cortés, Francisco Martínez Neri y Clemente Castañeda.

El suceso, que obedecía a conocer la agenda conjunta entre la derecha, la izquierda y la coyuntura a la que atiende MC, devino posicionamiento prelectoral con miras a los comicios federales de 2108.

Dante Delgado, otrora aliado de Andrés Manuel López Obrador –y de quien obtuvo un crecimiento importante en materia electoral–, fue directo al tema del cambio de régimen, que los concentró ayer en el vestíbulo del edificio principal de la Cámara de Diputados:

‘‘La posición del frente va más allá de un aspecto puntual como el que estoy refiriendo, y es el cambio de régimen, y es superar un sistema político disfuncional para la sociedad nacional. La disfuncionalidad del régimen va a llevar a que se oriente una legislación que permita verdaderos gobiernos de coalición, en los que el Congreso tenga un rol fundamental en la aprobación de disposiciones constitucionales que deben ser reformadas’’.

A las razones justificatorias de Dante Delgado, siguió la lideresa del PRD, Alejandra Barrales –a quien persigue la sombra de la duda porque aún no explica con claridad de dónde sacó un millón de dólares para pagar un departamento en Miami–, para sostener que el frente cambiará a México y erradicará la corrupción.

‘‘Escuchar estos 15 puntos–dijo Barrales–, las 15 prioridades legislativas, nos permiten confirmar, nos permiten comunicarle a la ciudadanía cómo sí es posible que los distintos, los diferentes, podamos unirnos y compartir una misma causa; esta es la forma, la mejor forma de explicarle a la gente; ya lo vimos con esta batalla que se dio para darle atrás, darle reversa a este fiscal a modo que se pretendía imponer’’.

Y después, pasó la voz del acto a Ricardo Anaya –a quien también lo ensombrece la escasa argumentación sobre su enriquecimiento familiar de más de 350 millones de pesos–, pues ubicó la unión de PAN, PRD y MC como ‘‘un acto patriótico del que nos sentimos profundamente orgullosos: evitar que se consumara el plan de impunidad transexenal con la imposición de un fiscal priísta que duraría en el cargo los próximos 9 años’’.

Así, sin enfocarse en la reluciente agenda de la nueva unidad PAN-PRD-MC, que hace recordar las que celebraron en su momento el PAN-PVEM y después PRI-PVEM, concluyó la conferencia de prensa con un Ricardo Anaya saliendo en vilo rodeado por decenas de reporteros.