Antonio Heras

La empresa El Súper, filial del Grupo Comercial Chedraui que opera en Estados Unidos, principalmente en California, reportó un descenso en sus ventas durante dos trimestres consecutivos, como resultado de un boicot de consumidores implementado en su contra desde hace dos años.

Organizaciones sindicales advirtieron que el descenso de operaciones también se debe a la reacción de los consumidores por las cuatro aportaciones financieras a la campaña política de Donald Trump que se realizaron a través del vicepresidente de El Súper, Sal Marcianti.

Una vez que se conoció la aportación, directivos de El Súper dijeron carecer de ‘‘autoridad sobre las contribuciones personales que hacen los empleados, y éstas no reflejan el punto de vista de la compañía’’.

Miembros de la comunidad latinoamericana en Estados Unidos participaron en protestas frente a las tiendas El Súper en California, durante las cuales trabajadores de la empresa aseguraron que sus directores muestran hostilidad a empleados y compradores. Durante sus movilizaciones, preguntaron si en realidad el punto de vista de la compañía es diferente al de Trump.

En volantes que repartieron los trabajadores de la firma se aseguró que ‘‘El Súper viola leyes laborales y pasa por alto regulaciones de salubridad; entonces ¿de verdad sorprende que la cultura corporativa entre los ejecutivos de dicha empresa incluyera a partidarios de Trump?’’

Ejecutivos de la compañía atribuyeron la baja en ventas a la deflación en los precios de alimentos, particularmente en frutas y verduras, pero trabajadores explicaron que estos índices alcanzan 2 por ciento, según la oficina de estadísticas laborales de Estados Unidos, y la disminución en ventas de la empresa es de 7.5 por ciento.

‘‘La baja en ventas en el cuarto trimestre de 2016 se coloca encima de una caída similar durante el mismo periodo de 2015’’, dijeron sindicalistas.