Desde que se registraron los primeros brotes del coronavirus en Michoacán, han pasado 18 semanas. Nos estamos acercando a los primeros cinco meses y la amenaza aún sigue latente entre nosotros. Sigue causando enfermedad y sigue causando muerte.

Es un virus que no tiene cura, hasta ahora, y que ha privado de la vida, que ha quitado la vida a más de 52 mil personas en el país, lo que equivale a 3 mil 700 muertes cada semana o a 530 defunciones o muertos por día.

Es algo muy grave, 530 personas que pierden la vida por día es una cifra escalofriante, terrible.

Así de agresivo y letal es el COVID-19, por lo que aún es inconcebible, no entiendo, que aún haya quienes se empeñen en minimizar el problema y, peor todavía, en actuar en contra de las medidas que se vienen implementando para poder romper la cadena de contagios y con ello salvar vidas humanas.

Como gobernador de Michoacán, de mi estado querido, quiero expresar mi más profunda preocupación porque de manera particular, en el caso de nuestra capital, Morelia que tenemos más de un millón de habitantes y que se pueden convertir en el foco rojo más grave de la epidemia en Michoacán por ovias razones, por el tamaño poblacional y por la dinámica propia de la ciudad.

Esto puede suceder si no acatamos las medidas extraordinarias que hemos venido decretado, como acciones sencillas, el uso del cubrebocas, que además ahora por el decreto es obligatorio y que no se puedan parar eventos que no son esenciales.

Otro tema que ha sido muy comentado es el horario de bares, centros nocturnos conocidos como antros, tianguis, entre otras que por su naturaleza son una fuente muy alta de contagio, de infección.

Hasta el día de hoy tenemos en la capital del estado mil 716 casos de personas que han contraído el virus. De ellas, 120 ya perdieron la vida, lo que nos da una tasa de letalidad por arriba del 7 por ciento, y hay en este momento bajo estudio otros 693 casos sospechosos.

Ninguna otra localidad en el estado registra hoy, en estas horas y días, la velocidad de contagios que representa o que tiene Morelia, por lo que, si no actuamos con responsabilidad y apego a las recomendaciones de los expertos en salud, pronto podremos sufrir el colapso de los servicios hospitalarios y, con ello, un incremento descontrolado de enfermos y muertos.

Solamente en el Hospital General “Doctor Miguel Silva”, que es nuestra infraestructura más importante de todo el estado, en este momento la ocupación hospitalaria creció de manera rápida, de manera exponencial en las últimas semanas y ya se encuentra en el 74 por ciento de su capacidad.

Bajo ese complicado escenario, quiero hacer nuevamente un respetuoso llamado a las autoridades de la capital michoacana a que asuman el papel que les corresponde para ayudarnos a reducir la velocidad de contagios entre las morelianas y los morelianos.

La situación exige una actitud responsable de todos, no podemos ser omisos, evasivos o indiferentes.

Tenemos que entender que esta emergencia exige un esfuerzo conjunto entre sociedad y gobierno, sin importar colores, partidos o cuestiones ideologías. Es tiempo de unidad, de solidaridad y de corresponsabilidad, no son tiempos de cálculos políticos ni de proselitismos anticipados en donde lo que las autoridades buscan, antes que proteger vidas, es cuidar su imagen.

Este es un llamado de atención a tiempo, a las autoridades municipales de Morelia, para que asuman la responsabilidad que les compete frente a este enorme desafío, antes de que pueda ser demasiado tarde y estemos lamentando un escenario más catastrófico, peor del que ya se tiene.

No es un asunto menor, es la vida de personas, es la vida de familias, es la vida de nuestros abuelos, de nuestros padres, de nuestros parientes, de amigos cercanos y de cualquier ciudadano que viva en Morelia debe de importarnos.

Por ello, a las y los morelianos, les pido todo su apoyo y que participen para que, desde el lugar donde a ustedes les toca, desde el hogar, desde el trabajo, en las actividades que tengan que realizar cumplamos con las medidas de prevención que ayudan a evitar contagiarse y si las autoridades que les corresponde dar el ejemplo se extravían en este proceso y no están actuando a la altura de las circunstancias, hagámoslo nosotros, ciudadanas, ciudadanos y atendiendo las recomendaciones que nos da la autoridad en salud en el Estado.

Porque, sobre todo, aquellos familiares o familias que tienen en su casa un adulto mayor o alguna persona con algún padecimiento como diabetes, obesidad o hipertensión, la responsabilidad ahí debe ser todavía mayor porque son ellos el sector más vulnerable ante el COVID-19.

Nosotros, desde el Gobierno del Estado, seguiremos haciendo la parte que nos toca, aún y cuando eso implique clausurar establecimientos que no cumplan con las reglas que marca la Nueva Convivencia, como ya lo venimos haciendo, porque no es un asunto de quedar bien o de ganar popularidad, sino de actuar con sentido de responsabilidad y de buscar soluciones ante un gravísimo problema de salud pública.

El fin de semana pasado, procedimos a la suspensión de seis establecimientos por no acatar las disposiciones en la zona centro y otros puntos de Morelia, con apoyo de personal de brigadas de fomento sanitario de la Secretaría de Salud en Michoacán, a través de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios, la Policía Michoacán y la Guardia Nacional, a todos ellos mi más sincero agradecimiento.

Queridas amigas, amigos, sé que es difícil, que estos meses han sido duros, que muchas familias han visto afectados sus ingresos, y que miles de empleos están siendo amenazados por esta epidemia. Sé que es duro y lo entiendo, pero la prioridad hoy tiene y debe ser cuidar la salud y salvar vidas. Mientras más complejo se vuelva el panorama de salud, más vamos a demorar en tener las condiciones adecuadas, idóneas para echar a andar el proceso de la recuperación económica.

Si todos hacemos lo que nos toca, las posibilidades de lograr un mejor resultado son y serán más altas. No bajemos la guardia. Esta epidemia aún no está domada ni ha pasado lo peor.

Que no nos maten las ganas de salir.