El Banco de México (BdeM) celebra hoy su primera reunión de política monetaria del año, en la que se incorporan dos nuevos integrantes a la junta de gobierno. Los analistas consideran altamente probable que el banco central mantenga su tasa de interés de fondeo sin cambios en 8.25 por ciento. A pesar de ello, consideraron que la autoridad mexicana dejará abierta la puerta a posibles futuras subidas en la tasa de fondeo, argumentando que el balance de riesgos para la inflación se mantiene con sesgo de alza, en un entorno de marcada incertidumbre, tanto en la parte interna como externa.

Los especialistas de CIBanco advirtieron que los temas externos siguen dominando el comportamiento del peso. En particular, lo relacionado con la Reserva Federal, la cual la semana pasada ofreció la señal más clara hasta ahora de que puede estar cerca de terminar su ciclo de endurecimiento monetario de años recientes, lo que elevó el apetito de riesgo de los inversionistas en los mercados financieros globales.

Adicionalmente, existe un cierto grado de optimismo de que Estados Unidos y China puedan alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto comercial bilateral.

Los efectos de estos elementos externos dominaron las preocupaciones sobre asuntos internos, en especial lo relacionado con Petróleos Mexicanos, por la baja de calificación crediticia de la agencia Fitch.

Contribuyó también que era un elemento esperado (la baja de la calificación) y que el gobierno federal intentará recuperar la confianza en Pemex con medidas que le permitirán reducir su carga fiscal (estas propuestas podrían anunciarse hacia el final de la semana).

Con este escenario, parece que la probabilidad de que el Banco de México anuncie un aumento en la tasa de interés de fondeo (actualmente en 8.25 por ciento) en la reunión de esta semana, es prácticamente cercana a cero.

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