Israel Rodríguez

Los recursos, sólo para naciones con estructura económica sólida que pueden enfrentar turbulencia

Tres días antes de que se inicie la nueva administración federal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) renovó ayer, con un año de anticipación, una línea de crédito por 74 mil millones de dólares al gobierno mexicano, recursos que son de libre disposición y no están sujetos al cumplimiento de compromiso alguno con el organismo multilateral.

La Línea de Crédito Flexible, como es conocido el instrumento, sólo es puesto a disposición de países que muestran una estructura económica sólida pero que, eventualmente, pueden ser afectados por turbulencias en los mercados financieros internacionales. Hasta ahora únicamente ha sido concedida por el FMI a México, Colombia y Polonia.

Los recursos quedarán a disposición de la próxima administración en caso de que los desee utilizar, informaron de manera conjunta la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (BdeM).

Con esos fondos y la reserva internacional la próxima administración contará con un respaldo de 248 mil millones de dólares para enfrentar cualquier contingencia financiera internacional.

La primera ocasión que México contó con esa opción de financiamiento, de hecho fue el primer país en recibirlo, ocurrió en 2009.

Desde entonces la Línea de Crédito Flexible ha sido renovada cada dos años, y hasta ahora no ha sido utilizada por los gobiernos.

En su evaluación para conceder la extensión del crédito, el FMI destacó que la administración actual ha preservado la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos. También mencionó el compromiso del gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador –quien asumirá el cargo el sábado próximo– para mantener el marco macroeconómico sólido y respetar el marco institucional actual.

El FMI reconoce que las autoridades de México tienen un historial de implementación de políticas públicas adecuadas y que el país cuenta con un marco de política fiscal y monetaria sólido, lo cual le ha permitido transitar exitosamente por un entorno externo complejo.

Asimismo, el organismo destacó el compromiso de la administración entrante de continuar con ese historial y de preservar la fortaleza de las instituciones económicas, en particular la independencia del BdeM, un tipo de cambio flexible y una política fiscal que siga reduciendo la razón de deuda pública respecto del producto interno bruto (PIB).

Acuerdo con el equipo de transición

La solicitud de renovación de la línea de crédito fue hecha por la SHCP y el BdeM en acuerdo con el equipo de transición de la administración entrante, añadió.

En concordancia con la estrategia planteada en la solicitud de renovación de la Línea de Crédito Flexible del año pasado y frente a la disminución del riesgo de un cambio abrupto en las relaciones comerciales de México, las autoridades del país y el equipo de transición solicitaron un monto de acceso por 74 mil millones de dólares –86 mil millones se pidieron anteriormente– para los 12 meses que restan al acuerdo actual.

En la evaluación para extender la línea de crédito, el FMI destacó que el déficit en la cuenta corriente es bajo y la deuda pública sigue disminuyendo como proporción del PIB. Además, México está entre los países emergentes con mejor calificación de deuda y la política fiscal es prudente y apegada a la legislación. Mientras tanto, el equipo de transición asumió el compromiso de que la medición más amplia de la deuda pública, los llamados requerimientos financieros del sector público, sea equivalente a 2.5 por ciento del PIB en 2019.

Explicó que, pese a que la inflación general ha superado el objetivo de 3 por ciento por algún tiempo debido a choques, incluyendo alzas a los precios de los energéticos y el tipo de cambio, el FMI prevé que ésta converja con el objetivo.

Las expectativas de inflación de mediano plazo están bien ancladas, lo cual avala la credibilidad de la política monetaria.

También se cuenta con un sistema financiero sólido. Los niveles de capitalización y liquidez de los bancos se mantienen en índices adecuados, conforme a los estándares internacionales. Además, los estados financieros corporativos son resilientes a fluctuaciones cambiarias.

De igual forma, existe una supervisión efectiva del sistema financiero por autoridades mexicanas.

Los antecedentes

La línea de Crédito Flexible se creó el 24 de marzo de 2009 como parte de una reforma extensiva del marco de crédito del FMI y tiene el objetivo de atender la demanda de préstamos de prevención y mitigación de crisis proveniente de países con esquemas de políticas e historiales económicos muy sólidos.

Este instrumento se diseñó en el contexto del proceso de reforma emprendido por el Fondo Monetario Internacional para modificar los mecanismos que utiliza para prestar dinero a los países que atraviesan una escasez de liquidez, con la idea de adaptar sus instrumentos de préstamo a las diversas necesidades y circunstancias de los países miembros.

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