Susana González G.

Construcción de la torre de control en Texcoco.

La corporación Mitre puntualizó que Texcoco es un sitio aeronáuticamente excelente y calificó de preocupante la alternativa Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM)-Santa Lucía, por requerir la creación de un espacio aéreo sumamente complejo. Además, subrayó que no se tiene más allá de un plan conceptual y se saturará en un periodo breve.

Tres semanas después de la consulta ciudadana con que el próximo gobierno determinó cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto de México (NAIM), Mitre reapareció en escena para expresar que Texcoco era el sitio ideal para dicha terminal aérea, con la operación simultánea de tres pistas, que cubriría las necesidades de tráfico aéreo de la capital del país por gran parte del resto del presente siglo.

Esa es la conclusión a que llegó Mitre, que se autodefine como un centro de investigación y desarrollo sin fines de lucro, luego de los análisis e investigaciones que realizó desde 1996 sobre seis sitios diferentes para construir un nuevo aeropuerto, sustituto o complementario al actual AICM, mismo que desde 2004 alcanzó por vez primera estados de saturación.

Mitre halló más de una solución, pero cada una revestía alguna problemática independiente de aeronavegación. Luego de años de investigación adicional (2008-2014) se concluyó que un sitio en el área del antiguo vaso del lago de Texcoco era el lugar ideal para crear un aeropuerto que habría de construirse por fases, sostuvo al emitir ayer un comunicado aclaratorio firmado por Bernardo Lisker, director de Aviación Internacional, en el cual se quejó de que la prensa mexicana le ha atribuido declaraciones que no corresponden con la realidad.

La idea de sumar pistas

Si sólo se mencionaran dos razones aeronáuticas por las que debe evitarse el AICM-Santa Lucía, Mitre destacó: La innecesaria complejidad que puede llevar a problemas importantes que tendría que crearse para manejar ambos aeropuertos a la vez, cuando existe una mejor opción con un total de tres pistas, no de cinco y el hecho de que nadie ha desarrollado el obligado estudio de espacio aéreo del AICM-Santa Lucía, dejando a un costado, ante la abrupta orografía de Ciudad de México que el sistema debe diseñarse de arriba (el espacio) hacia abajo (las pistas), no al revés.

Aseguró que también la Organización de Aviación Civil Internacional sostiene lo anterior en su informe de 2014 y resulta errónea la idea de que sumar pistas equivale a mayor capacidad. Dijo que la misma consultora Navblue, presentada por el equipo de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, adujo que en su prestudio utilizó suposiciones y por sí solo no debe ser usado para decisiones de construcción.

Actualmente se habla de operar un mayor tráfico aéreo en tres aeropuertos relativamente cercanos (con el de Toluca), no dos, por lo que Mitre recomienda, aun con mayor contundencia, que se estudie el espacio aéreo y su gestión antes de emprender obras en Santa Lucía. Sería desafortunado comprobar que la operación de los tres aeropuertos resulte en un embotellamiento de tráfico aéreo sin mitigación, sub

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