Roberto González Amador

La previsión actual del Banco de México de crecimiento para 2019 es de 2.8 por ciento cuando hace unos meses era de 3.2, indicó Alejandro Díaz de León.

La economía nacional enfrentará un escenario de menor dinamismo durante el primer año del próximo gobierno. El Banco de México (BdeM) anunció ayer una disminución en el pronóstico de crecimiento para 2018 y 2019, ajuste que implica una menor generación de empleos formales. Además, anticipó que tardará más de lo previsto que la inflación se acerque a la meta oficial, un retraso causado por el alza en el precio de las gasolinas y el gas de uso doméstico, principalmente.

El crecimiento esperado para este año es de entre 2 y 2.6 por ciento, una baja marginal respecto de la previsión hecha hace tres meses, que fue de entre 2 y 3 por ciento, informó Alejandro Díaz de León, gobernador del BdeM.

Para 2019, que será el primer año de la administración del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el banco central espera un crecimiento de la economía de entre 1.8 y 2.8 por ciento, nivel inferior al considerado apenas hace tres meses, que era de entre 2.2 y 3.2 por ciento, indicó el gobernador al presentar el Informe trimestral abril-junio 2018, elaborado por la institución.

El ajuste a la baja en la previsión de crecimiento refleja la caída en la actividad económica en el segundo trimestre de este año –cuando se registró una contracción trimestral de 0.2 por ciento– y la dinámica esperada para el cierre de 2018. También refleja la continua caída en la inversión por el sector público, que ha recurrido al recorte del gasto en este rubro para reducir el déficit en las finanzas públicas. En general, se ve un entorno con mayor debilidad en la actividad económica, apuntó Díaz de León.

Con la nueva previsión de crecimiento, la generación de empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) será de entre 670 mil y 770 mil este año, 10 mil menos de los previstos hace tres meses. En 2019, el crecimiento del empleo formal será también de entre 670 mil y 770 mil plazas, 20 mil menos de las pronosticadas en el informe trimestral previo.

En la presentación del informe, el gobernador Díaz de León señaló que en los meses recientes se han registrado incrementos mayores a los previstos en los precios de las gasolinas y el gas LP –el utilizado en ocho de cada 10 hogares– que han afectado la trayectoria descendente de la inflación prevista para 2019, aunque, apuntó, de manera transitoria.

Hasta ahora, el banco central anticipaba que la inflación se acercaría a la meta de 3 por ciento, con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o abajo, en el primer semestre de 2019.

Se prevé que la trayectoria de convergencia de la inflación general hacia su meta se vea retrasada, principalmente por el comportamiento en el precio de las gasolinas, detalló Díaz de León. De hecho, añadió, el banco central espera que la meta inflacionaria se alcance hasta los primeros meses de 2020.

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