Susana González G.
Las reformas estructurales no lograron que la economía nacional creciera a más de 5 por ciento en 2017 y tampoco ocurrirá en 2018, como proyectó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Por el contrario, el producto interno bruto (PIB) alcanzado el año pasado será el más bajo que el promedio que se ha tenido en las tres décadas previas, pese a que México se ubica como la economía número 15 del mundo, sostuvo el Centro de Estudios de la Industria (CEI), de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Para alcanzar resultados diferentes se necesitarán acciones distintas a las ejecutadas en años recientes, porque el estancamiento estabilizador no cedió su lugar al progreso ofertado. Además, la reforma energética no se ha convertido en la propulsora de una mayor producción de petróleo y gas más baratos, sino la importación de éstos presionará la economía este año, advirtió el CEI.
Señaló que el mismo Banco de México admite que continuarán las presiones para el tipo de cambio y la inflación, porque no verá una inflación de 3 por ciento sino hasta 2019, lo cual ocurrirá en un entorno de menor crecimiento. A ello se agrega, sostuvo el centro, la incertidumbre por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ya sea porque Estados Unidos le ponga fin o termine por imponer sus condiciones y la negativa de las autoridades a hacer cambios fiscales pese a la reforma aprobada en el país vecino.