Miriam Posada García

Los cambios que requiere el país para tener una política industrial exitosa, seguridad, educación y menos desigualdad social serán impulsados por la sociedad organizada y fuerte, porque no hay condiciones para que provengan del gobierno, advirtieron empresarios y dirigentes sindicales participantes en las Jornadas Hacer México, convocadas por el Instituto de la Mexicanidad.

El representante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), José Luis Carazo, dijo que la desigualdad en México va en aumento, y criticó que sea el único país en el que un trabajador gana entre 3 mil y 5 mil pesos mientras que los ejecutivos perciben 300 mil o 400 mil pesos.

En el encuentro realizado en Casa Lamm, Carazo criticó que 10 por ciento del personal de una empresa se pueda llevar 90 por ciento de la nómina y apremió a generar condiciones que incluyan a toda la población en los planes de desarrollo para disminuir la brecha.

El empresario Salomón Presburger advirtió que uno de los grandes retos del gobierno mexicano y del sector privado será encontrar una estrategia que evite el desempleo ante la creciente robotización de la industria, lo cual, señaló, representa la reconversión de la forma de producción y trabajo.

Dijo que llevar tecnología a las empresas es una necesidad, pero no debe ser a costa de los empleos de los trabajadores, por lo que la reconversión debe ir acompañada de capacitación, pero entendida como una inversión, no como un gasto.

Presburger señaló que en México es preocupante la cada vez mayor presencia de monopolios y oligopolios, con lo que se hace más amplia la brecha entre ese tipo de negocios y las empresas medianas y pequeñas, lo cual las hace vulnerables.

Destacó que en este momento México se encuentra muy expuesto en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y advirtió que se conjuntaría la tormenta perfecta para el país si el TLCAN quedara sin efecto o si se negociara muy mal.

En su intervención Mauricio Millán, vicepresidente de Coraza Corporación Azteca, dijo que México cuenta con todas las herramientas legales para reducir la brecha de desarrollo, aumentar los índices de competitividad y productividad, pero se mantiene como país dependiente de la inversión extranjera directa; y se enfrenta a una nueva era de proteccionismo e incertidumbre sobre la globalización.

El empresario señaló como los principales retos para el gobierno mexicano generar incentivos a la inversión y que los empresarios además de invertir decidan reinvertir en sus negocios con confianza en el país y con ellos generar empleos.

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