Susana González G.

Romper cadenas de valor significa que productos de Estados Unidos bajarán cuotas de mercado

Trabajos en la nación vecina comenzaron a reducirse una década antes de que operara el acuerdo

La pérdida de empleos que el gobierno de Estados Unidos atribuye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) puede incrementarse si éste se cancela, porque 44 por ciento de componentes que se ocupan en las manufacturas mexicanas de exportación provienen de dicho país, indicó Carlos Serrano Herrera, economista jefe del grupo financiero BBVA-Bancomer.

Romper esas cadenas de valor significa que los productos manufactureros de Estados Unidos serían menos productivos y perderían cuotas de mercado. El TLCAN no solamente no explica la caída del empleo manufacturero en Estados Unidos, sino más aún: sin dicho tratado perdería más empleos al restar competitividad global como productor de manufacturas, sentenció.

Sostuvo que los trabajos de la industria manufacturera estadunidense comenzaron a reducirse una década antes de que entrara en vigor el TLCAN, pero el problema se agudizó por tres factores: cambio tecnológico, estancamiento educativo y entrada de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

En un análisis sobre el TLCAN para demostrar que ha sido benéfico para Estados Unidos, Serrano Herrera criticó que el gobierno del presidente Donald Trump evalúe los resultados del tratado a partir del déficit comercial que acumula su país. Destacó que México le compra más productos a esa nación que a Japón, Alemania y Reino Unido en conjunto.

Paradójicamente, indicó, si Estados Unidos decide abandonar el tratado y el comercio con México se regula bajo las reglas de la OMC, aumentará el déficit que ese país tiene con el nuestro, toda vez que el arancel promedio ponderado que pagarían las exportaciones mexicanas hacia el país vecino será de 3.5 por ciento, mientras el promedio de los productos estadunidenses hacia nuestra nación será de alrededor de 5 por ciento.

Con lo que se ha depreciado el peso el pasado año y medio México podría exportar más hacia Estados Unidos de lo que lo hacía hace un par de años, dado que el efecto de la depreciación más que compensa el efecto de los aranceles, señaló.

El déficit comercial de un país, dijo, no se explica por los acuerdos comerciales que tiene, sino por cuestiones macroeconómicas. Para evaluar si los resultados del TLCAN han sido positivos o negativos tiene que analizarse el crecimiento del comercio total, es decir, la suma de importaciones y exportaciones.

Planteó que si se culpa al comercio internacional del declive de algunos estados manufactureros de Estados Unidos, entonces ¿por qué Ohio, Pensylvania y Michigan no se cierran al comercio con el resto de su país e imponen aranceles a los productos de California y Texas? Eso es tan absurdo como pensar que su declive económico se va a detener rompiendo el TLCAN, cuyas causas son otras, puntualizó el especialista.

Si la racionalidad económica y el interés propio prevalecen, debemos ver una renegociación exitosa del TLCAN y será positivo para Canadá, Estados Unidos y México. El comercio internacional no debe ser un juego de suma cero, sino que todos pueden ganar, concluyó.

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