La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland; el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, el 5 de septiembre, en la Ciudad de México, durante la declaración trilateral sobre la conclusión de la segunda ronda de la renegociación del TLCAN.

La renegociación del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México está avanzando rápidamente, pero su resultado sigue siendo incierto, dijo este lunes Robert Lighthizer, jefe de la delegación estadunidense. Nos estamos moviendo a gran velocidad, pero no sabemos si vamos a llegar a una conclusión (...) ese es el problema, señaló el representante de comercio exterior estadunidense.

         

La tercera ronda de conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se inicia el sábado en Canadá, tras las citas en Washington y Ciudad de México que buscan modernizar el pacto de 23 años.

La renegociación del TLCAN se hace a impulso del presidente estadunidense, Donald Trump, que lo considera un desastre para los intereses de su país. El mes pasado, el mandatario dijo que el futuro del TLCAN estaba en duda, señalando que probablemente terminará el acuerdo en algún momento.

A pesar de su promesa de campaña de abandonar el TLCAN, Trump optó por convocar a una renegociación, pero ha insistido en que está dispuesto a retirarse del pacto si no consigue un buen trato.

Lighthizer dijo el lunes que hay cierta ansiedad por concluir las conversaciones, no sólo por las presiones del calendario político, especialmente en México, que celebrará elecciones en julio de 2018, sino por la incertidumbre que genera en los empresarios.

Hay un montón de gente sobre la cual todo el proceso está teniendo efectos en la vida real: agricultores, ganaderos y empresarios que están tratando de hacer negocios, así que hay razones para avanzar rápidamente en una renegociación, dijo Lighthizer.

Washington cuestiona el déficit de su balanza comercial con México, que desde la firma del pacto en 1994 pasó de un excedente de mil 300 millones de dólares a un déficit de 64 mil millones. Además, critica la pérdida de empleos por la instalación de fábricas en México para aprovechar la mano de obra barata.

Los funcionarios de Trump han puesto gran énfasis en reducir los déficit comerciales bilaterales en todas sus discusiones, incluso con Canadá y México, algo que los analistas dicen que puede ser difícil de remediar en conversaciones comerciales.