Roberto González Amador

El banco de desarrollo orientado al apoyo de pequeños productores rurales comenzó a crear un producto para financiar la exportación de bienes agrícolas a mercados tradicionales, como Estados Unidos, pero también a otros que se están abriendo, como los de Asia y el mundo árabe.

Estamos desarrollando un producto financiero para apoyar a los exportadores, ahora que el gobierno estadunidense ha planteado la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo a La Jornada Mario Zamora Gastélum, director general de Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), el banco orientado al sector agropecuario.

El año pasado la FND otorgó préstamos por 63 mil millones de pesos y Zamora Gastélum anticipó que la cifra llegará a 73 mil millones en 2017, crecimiento de 11 por ciento, cinco veces más que el previsto para la economía en conjunto.

Para efectos comparativos, la cartera de créditos de la banca privada al sector primario cerró el año pasado en 69 mil 565 millones de pesos, de acuerdo con datos del Banco de México.

En años recientes el sector primario, que incluye las producciones agrícola, ganadera, sílvicola y pesquera, ha reportado incrementos de su producto interno bruto (PIB) superiores a los de la industria y los servicios, aunque su participación en el PIB nacional es de poco más de 5 por ciento.

Con préstamos de 35 mil a 250 mil pesos a pequeños productores que viven en el sector rural, y tasas de interés de 6.5 por ciento a mujeres y 7 por ciento a hombres, la FND busca ampliar su atención más allá de la producción agrícola o de cría de ganado. El sector rural es más amplio, aseveró. Busca ampliar los apoyos financieros al comercio y los servicios en zonas rurales, como pueden ser una miscelánea, una peluquería o un café Internet. O a establecimientos que cierran el ciclo rural, como una tortillería o una carnicería. ¿Por qué tomamos el riesgo del productor de maíz o del criador de ganado y no apoyamos al que cierra la cadena?, plantea. Queremos participar en toda la cadena, agregó.

El costo al que presta la financiera es una fracción de la tasa de interés que cobran otro tipo de intermediarios que operan en el sector rural, como las cajas de ahorro o financieras populares, en cuyos casos las tasas llegan a ser de tres dígitos, añadió.

El efecto Trump

La coyuntura planteada por el cambio de gobierno en Estados Unidos abrió la perspectiva de ahondar en la diversificación de los mercados a que son exportados los productos agrícolas mexicanos, pero también de aprovechar un eventual regreso de trabajadores migrantes para insertarlos en actividades relacionadas con el sector, planteó Zamora Gastélum, entrevistado la semana pasada en el marco de la 80 Convención Bancaria, que se realizó en Acapulco.

Lo más curioso es que sea el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien exponga que el gran ganador del TLCAN fue México, responde Zamora Gastélum cuando es interrogado respecto de la afirmación de que el campo mexicano fue uno de los perdedores del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá. De que hay que seguir avanzando en el campo mexicano, no hay duda. Pero hay una gran posibilidad de abrir oportunidades y se han aterrizado, apuntó.

México produce algunas cosas, como aguacate, mango, jitomate, morrón, limón, arándano o fresa, a un costo y calidad que difícilmente puede ser igualado por otros actores que participan en el mercado estadunidense. Otro punto es que tenemos que seguir caminando en vender no sólo a Estados Unidos, sino a Asia y países árabes. Tenemos la calidad de productores y productos para llegar a cualquier lugar del mundo, declaró.

–¿Tiene la FND productos financieros para apoyar la exportación?

–Los estamos desarrollando. Hoy apoyamos con productos generales. Estamos buscando la manera de ofrecer a los exportadores un crédito en pesos para apoyar capital de trabajo aquí. Con eso pueden seguir generando empleos bien remunerados y divisas.

Gastélum asegura que en el medio rural –pone de ejemplo a productores de viveros en la zona del Bajío– se llegan a pagar salarios por arriba de los que ofrecen las armadoras automotrices, que son de los más altos en el sector manufacturero nacional.

En la situación planteada por el cambio de gobierno en Estados Unidos, añadió, la FND tiene en marcha un plan para atender un eventual regreso de migrantes. Los compatriotas que están allá reúnen, entre otras, cuatro características: están físicamente sanos, tienen espíritu emprendedor y el hecho de que hayan dejado su tierra es una muestra. Es gente que está trabajando y ha desarrollado capacidad de ahorro al separar parte de su ingreso y enviarlo al país.

La FND pretende aportar dinero rápido a esos migrantes para que, si es el caso, puedan poner en poco tiempo un negocio en áreas donde tengan experiencia, por ejemplo, un taller agrícola. Estamos listos para apoyarlos, destacó.