José María Carmona
El problema de los presos políticos en el país es sumamente grave, según Organizaciones no Gubernamentales en la actualidad existen más de 500 presos políticos en las cárceles, todos los casos se relacionan por el asunto de la lucha contra la delincuencia organizada, donde en varios lugares del territorio nacional, los pobladores se tuvieron que organizar para enfrentar ese problema ante la incapacidad del Estado de ofrecerles la seguridad sobre su persona y su patrimonio al que está obligado.
Como es conocido los casos más emblemáticos son los grupos de autodefensas en Michoacán y las policías comunitarias agrupadas en la Coordinadora Regional Autoridades Comunitarias del estado de Guerrero.
En ambos casos, esta forma de organización armada es efectiva para desmantelar a las bandas criminales, en muchos casos están coludidas con los cuerpos policiacos, los gobernantes, presidentes municipales, y como fue el caso de Michoacán de un ex gobernador y el hijo de Fausto Vallejo.
Pero para el gobierno de Peña Nieto, el hecho de que la población indefensa ante el crimen organizado se arme es inaceptable y mucho menos que ponga ante la población los vínculos con la clase política gobernante.
En el caso de Michoacán el gobierno peñista se dio la política de convertir a los grupos de autodefensa en Fuerzas Rulares para desarmar y desmovilizar con la finalidad de derrotar a las autodefensas que demostraron su capacidad para destruir a los Caballeros Templarios.
El único de no aceptar la política de Peña Nieto a través de Alfredo Castillo fue el Dr. José Manuel Mireles, quien se negó a entregar las armas y seguir impulsando a los grupos de autodefensas; a dos años de distancia, Mireles continua encarcelado por este hecho lo que lo constituye en un preso político, junto con 383 autodefensas más.
Por otra parte, está Nestora Salgado quien fuera comandanta de las policías comunitarias de Onilalá Guerrero por haber apresado en uso de sus facultades reconocidas por el gobierno de Guerrero, al presidente municipal por secuestrar a dos jovencitas.
Nestora Salgado fue encarcelada en un penal de alta seguridad, pero un juez federal la dejo en libertad porque no se le comprobó el supuesto delito, sin embargo el propio gobierno de Guerrero no retiro los cargos del orden común.
Gracias a la campaña nacional como internacional, Nestora Salgado ha sido trasladada a una cárcel del estado de México donde puede ser visitada por sus familiares y amigos, pero Nestora Salgado sigue en prisión junto con más de 200 policías comunitarias, por el único delito de detener autoridades ligados al crimen organizado.
Hoy que sea iniciado una campaña por la libertad del Dr. Mireles es necesario hacer la misma campaña por todos los presos políticos del país que se encuentran en las peores condiciones por orden de Peña Nieto por el único delito de tomar las armas para defenderse de la delincuencia organizada vinculada a una clase política corrupta por eso la consigna es ¡libertad a todos los presos políticos del país!