José María Carmona

Cuando le preguntaron al presidente López Obrador el asunto del candidato de Morena al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, contesto: ¡Ya chole!.

Esta respuesta se le puede aplicar al propio presidente López Obrador, tanto por su discurso que emite todas las mañanas en sus conferencias, principalmente cuando recibe críticas a su gobierno y acusa a sus adversarios  de conservadores sobre  el cambio de “régimen político” de la 4T.

Los resultados gubernamentales de más de dos años son desastrosos en materia económica, social, sanitaria y política.

Como ya se sabe la economía mexicana en el año 2020 cayó en menos de  8 por ciento en términos reales, un promedio de un millón de empleos formales se perdieron y aproximadamente 10 millones de empleos informal corrieron la misma suerte.

El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) reporta en un informe que más de diez millones de mexicanos sean sumados a la pobreza y de esta cantidad una buena parte están  en pobreza extrema.

Al nivel del comportamiento económico por sectores, los indicadores son negativos en dos dígitos, lo que significa que una considerable parte de la estructura productiva está destruida y que en el mediano plazo la recuperación económica en términos de inversión tanto pública como privada será muy lenta; al mismo tiempo el consumo privado a caído como producto de las medidas para frenar la pandemia considerablemente. Los consumidores prefieren guardar sus ingresos a consumir principalmente en bienes de consumo duradero, de igual manera las ventas de automóviles están deprimidas y qué decir de la industria de la construcción que arrastra a cuarenta sectores del conjunto de la economía.

A todo lo anterior hay que agregar, la falta de la inversión pública productiva para estimular el consumo privado y público, así como la inversión privada mediante la inyección de liquidez monetaria a los mercados a través de un mayor endeudamiento público, algo que se aplica en otros países pero para el gobierno de López Obrador es algo inadmisible porque va en beneficio del sector privado, lo que esta prohibido en la 4T.

A lo anterior hay que agregar que en las facultades de economía, y de acuerdo a la situación económica,  todas las corrientes del pensamiento económico recomiendan el aumento del gasto público en tiempos de crisis o depresión económica para estimular la inversión y el empleo, algo elemental que saben los buenos tanto estudiantes como economistas y poder recuperar el crecimiento económico. Esto no es neoliberalismo es simplemente un manejo correcto de la política económica.

En este sentido el gobierno de López Obrador ha apostado por la no intervención del gasto público para recuperar la economía y los empleos y mucho menos para apoyar a las empresas y familias.

Esta política económica es como los médicos o estudiantes de medicina que no aprendieran anatomía, ni fisiología humana indispensable para los tratamientos médicos.

En otro aspecto donde el gobierno de la 4T esta reprobado en el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia del Coronavirus y la crisis del sistema de salud publico que se desmantelo antes de la pandemia, así como la cancelación de los contratos para las compras gubernamentales de medicamentos. En pocas palabras el sistema de salud público esta hecho pedazos y la consecuencia como producto del mal manejo de la estrategia para manejar y detener la pandemia tiene un saldo de más de 170 mil fallecimientos, la mayoría de ellos son de trabajadores o de sus familias que no cuentan con la seguridad social que es un derecho constitucional y que el gobierno de la 4T viola sistemáticamente.

A lo anterior hay que agregar el asunto de las vacunas y su aplicación donde los criterios no son claros  y que el gobierno de López Obrador también viola los derechos de los afiliados al IMSS y al ISSSTE, los cuales tienen el derecho a que se les otorgue la vacuna (cuando la tenga el país) y no como ahora que se intenta vacunar a la población sin criterio epidemiológico, y con fines electorales.

Y para acabarla de perjudicar esta la crisis energética que se vivió la semana pasada por la falta de gas y toda la discusión sobre la reforma de la ley de la industria eléctrica que es todo un tema a desarrollar en otra entrega.

A todo lo anterior hay que añadir el aumento de la violencia y el dominio del crimen organizado en amplios territorios del país donde la estrategia de seguridad pública es todo un fracaso.

Tan solo hay que mencionar, las observaciones de la Auditoria Superior  de la Federación, a la Cuenta Pública del año 2019 que tiene un conjunto de observaciones sobre el ejercicio del gasto público federal. Lo que molesta a López Obrador y que será objeto de otra entrega.

De esta manera en los más de dos años de gobierno de López Obrador y su 4T esta reprobado, es por ello que hoy se le puede decir: ¡ya chole AMLO con tu 4T !.