José María Carmona

Tal como lo señalaban las tendencias la economía mexicana registro un crecimiento nulo durante los primeros nueve meses del gobierno de López Obrador y su Cuarta Transformación, lo que indica que la política económica del nuevo gobierno es un rotundo fracaso; en el ambiente o ánimo de los inversionistas hoy el país no es un lugar atractivo para la inversión productiva que es el principal motor del crecimiento económico y la creación de empleo.

El INEGI presenta los resultados del Producto Interno Bruto (PIB), los cuales indican que éste no reportó variación en términos reales durante el tercer trimestre de 2019 respecto al precedente, con cifras ajustadas por estacionalidad.

Por componentes, el PIB de las Actividades Primarias aumentó 3.3 por ciento  y el de las Terciarias en 0.1 por ciento, en tanto que el de las Secundarias disminuyó (-)0. Porciento en el trimestre julio-septiembre de este año frente al trimestre previo.

En su comparación anual, el Producto Interno Bruto tuvo un descenso real de (-) 0.2 por ciento en el tercer trimestre del año actual con relación al mismo lapso de 2018.  Por grandes grupos de actividades económicas, el PIB de las Actividades Primarias creció 5.4 por ciento y el de las Terciarias 0.1 por ciento, mientras que el de las Secundarias retrocedió (-) 1.5 por ciento en igual periodo.

Entre el gobierno de López Obrador, los analistas y especialistas financieros,  hoy existe un debate sobre el comportamiento de la economía mexicana que consiste en si hay un estancamiento o una recesión técnica por decirlo suavemente, lo cierto es que el motor de la famosa Cuarta Transformación está trabado y  apunto de tronar, mas aun cuando la Organización para la Cooperación para el Desarrollo pronostica un crecimiento menor al uno por ciento para el año 2020.

A todo esto hay que agregar la falta de la inversión pública  total y la en infraestructura que de acuerdo al Banco de México representa tan solo el 15 por ciento de la inversión total.

Aunque después de conocerse la información dada a conocer por el INEGI, los empresarios a través del Consejo Coordinador   Empresarial anunciaron por medio de su presidente Carlos Salazar  Lomelín  una inversión por 859 mil millones de pesos en 147 proyectos en infraestructura   de los cuales  para el  próximo año  tan solo se ejecutaran 72 por un monto de 221 mil millones de pesos.

Por otra parte, la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación no es suficiente para estimular el crecimiento  económico del país, a consecuencia de que los recursos financieros  para la inversión  pública es menor al 5 por ciento del PIB, además de que dicho presupuesto como ya se sabe es recesivo.

De esta manera, la política de gasto público en inversión no estimulara la recuperación de la economía mexicana, de acuerdo a las proyecciones, ni para 2020.

Por otro lado en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, está en capilla  el Tratado México, Estados Unidos  y Canadá, mejor conocido por  T-MEC que será la otra palanca del crecimiento de la economía mexicana de acuerdo al gobierno de López Obrador; pero para los analistas  es muy complicado que dicho tratado se  apruebe en los próximos días como lo afirma el presidente, ya que será complicado de que sea pruebe  el año que entra por el proceso electoral en los Estados Unidos , donde México será utilizado por Trump negativamente en su campaña electoral.

En cuanto se refiere a la política monetaria es probable que el Banco de México antes que termine el año vuelva a bajar las tasas de interés en un cuarto de punto para mandar un mensaje de confianza a los inversionistas y al mismo tiempo abaratar  el costo del crédito tanto a los consumidores   como inversionistas, mediante un manejo  adecuado de la política cambiaria para evitar la salida de capitales del país.

Lo más delicado  del asunto en términos de estancamiento o recesión técnica, es que el gasto en materia social  de más de 400 mil millones de pesos para estimular la demanda interna de la economía mediante la entrega directa y personalizada tampoco es suficiente para aumentar significativamente el consumo interno como lo afirma  López Obrador .

Todos los instrumentos de política económica como son la política monetaria, fiscal, comercial y financiera, así como el gasto público en inversión productiva no tienen la  potencia para estimular en el corto plazo la recuperación de la economía mexicana que hoy se encuentra en medio de un debate, si esta en estancamiento o en recesión técnica; pero cualquiera que sea el concepto adecuado para definirla,  lo cierto es que el gobierno de la Cuarta Transformación con su política de austeridad  “republicana”  a estancado  a la economía mexicana y está a punto de echarla  al despeñadero literalmente hablando.