chemaJosé María Carmona

Este  8 de mayo se cumple un aniversario más del natalicio de Don Miguel Hidalgo y Costilla, sin embargo esta celebración por parte de la comunidad universitaria nicolaita, es muy significativa y evoca a una profunda reflexión en los momentos de que su Casa se encuentra en crisis financiera por las agresiones presupuestales de los gobiernos estatal y federal y los congresos local y de la Unión en complicidad con la burocracia dorada universitaria que culpan al régimen de pensiones y jubilaciones del déficit de las finanzas nicolaitas.

En unas crónicas históricas se cuenta que el Rector Hidalgo tuvo que enfrentar una situación similar a la de hoy para sostener el Colegio de San Nicolás, de esta manera sostener a los jóvenes bachilleres  que se formaban como sacerdotes.

Como estudiante, maestro y rector, Hidalgo en varias ocasiones tuvo que enfrentar las penurias económicas para sostener su colegio, estuvo convencido de la importancia que tenia ya que su filosofía eran que los jóvenes bachilleres se formaran con una conciencia crítica y humanística que fue la herencia de Don Vasco de Quiroga.

El padre libertador de la patria hasta el último momento que estuvo en el Colegio de San Nicolás defendió lo que ahora se llama la viabilidad financiera de la institución contra un clero conservador que prevalecía en Valladolid.

Como se sabe las ideas libertadoras de Hidalgo tuvieron su fundamento filosófico en los enciclopedistas de la Revolución Francesa, lo que lo convertía en un subversivo para la corona española; tan solo hay que imaginar a Hidalgo por los rincones ocultos del Colegio de San Nicolás leyendo a los autores prohibidos  de la Ilustración que inspiraron la Revolución Francesa, cualquier semejanza con la realidad de los estudiantes que demandan el ingreso a la Universidad Nicolaita, profesores y trabajadores que demandan aumentos salariales, la defensa de los contratos colectivos de trabajo y el régimen de pensiones y jubilaciones es pura coincidencia.

Hoy la lucha de Hidalgo pasaría por la defensa incondicional de la universidad pública, el aumento al presupuesto y seguramente impulsaría una reforma integral universitaria para transparentar el manejo del presupuesto, como rector, Hidalgo andaría en el transporte público y no  en automóviles de lujo, su oficina tendría una modesta mesa de trabajo en vez de un escritorio lujoso y una silla para despachar los asuntos de los nicolaitas, además pagaría con su modesto salario  tal vez como profesor por horas su teléfono celular y no como ahora que la burocracia nicolaita gestiona los asuntos en  la opulencia.

La preocupación principal de Hidalgo en estos tiempos de austeridad  republicana del gobierno de la “cuarta transformación”, sería una lucha a muerte ante los gobiernos estatal y federal por el aumento del presupuesto a la Universidad Nicolaita y convocaría a su comunidad a la movilización en defensa como ya se dijo, de la universidad pública.

A Hidalgo lo encontraríamos en los pasillos y campus universitarios cotidianamente dialogando con los estudiantes y profesores, escuchando sus inquietudes y sus demandas y sobretodo buscando conjuntamente alternativas de solución.

También Hidalgo combatiría la opacidad y la corrupción en toda la universidad nicolaita.

De igual manera respetaría puntualmente los derechos adquiridos por los profesores y trabajadores establecidos en los contratos colectivos de trabajo, pero sería exigente con el cumplimiento de sus obligaciones.

De esta forma, Hidalgo como rector nicolaita estaría en primera línea impulsando los cambios necesarios para la universidad, abriendo los espacios democráticos a la participación de los estudiantes, profesores y trabajadores administrativos en todos los órganos de gobierno de la universidad; en pocas palabras impulsaría un profundo proceso de democratización de la vida nicolaita.

Otra manera de defender a la universidad nicolaita, para Hidalgo seria el combate a muerte de los programas neoliberales de eficiencia y calidad, a su vez defendería la universidad critica, democrática y sobre todo popular.

Es por ello, que en este aniversario en que se conmemora un natalicio  más de Don Miguel Hidalgo y Costilla, todavía vive no solo su espíritu libertador y como gran maestro reformador y por la oscuridad de la noche vaga en el recinto de su aula mater. ¡Hidalgo vive en la defensa de la Universidad Nicolaita!     

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