chemaJosé María Carmona

A finales del mes de septiembre del año pasado se celebró el IX Congreso sobre Gobierno, Administración y Políticas Públicas en la ciudad de Madrid España, donde se congregan más de quinientos especialistas de Iberoamérica para discutir y analizar diferentes aspectos sobre estas temáticas.

En ese congreso hubo una mesa sobre el tema el  “Gobernar de  la Universidad Pública”,  el tema es novedoso porque existen pocos estudios acerca de cómo llevar a cabo el quehacer  universitario especialmente en América Latina.

El tema abarca varios aspectos principalmente la manera de conducir la universidad pública a través de mecanismos democráticos e institucionales, los fines de la universidad pública y su relación con la sociedad para contribuir a resolver las problemáticas de cada uno de los países.

La manera de gobernar la universidad pública en América Latina necesariamente pasa por los mecanismos del financiamiento a través del subsidio gubernamental y la preservación de la autonomía universitaria.

En este evento también fue discutido la participación de todos los sectores de la comunidad universitaria, en especial el papel de los estudiantes en dos aspectos, el primero los órganos de gobierno y el segundo el académico.

La vinculación de la universidad pública con el ámbito económico y social para contribuir a la resolución de las problemáticas nacionales.

Pero el punto más importante de polémica son los órganos de gobierno de la universidad pública que en la mayoría de los casos están capturados por las burocracias universitarias y los grupos políticos externos a la universidad lo que constituye una primera violación a la autonomía universitaria.

Existen varias formas de organización académica y administrativa con sus respectivos ordenamientos jurídicos, incluyendo el aspecto laboral.

Otra violación a la autonomía universitaria es la imposición de los programas de austeridad en los mecanismos de financiamiento gubernamental mediante las políticas de eficiencia, productividad académica y austeridad que constituye los elementos esenciales de la política neoliberal hacia la universidad pública.

También otro aspecto de importancia es la estructura de gobierno de la mayoría de las universidades públicas de Iberoamérica que tiene la característica de un gobierno burocrático y por lo tanto vertical, además que las autoridades universitarias son sometidas o obedecen a los intereses gubernamentales públicos y en los hechos son agentes de los gobiernos tanto nacionales como locales.

En la historia de la universidad pública particularmente de América Latina las reformas universitarias con el propósito de la democratización para poner fin al modelo burocrático- vertical y autoritario por parte de las burocracias universitarias las experiencias son traumáticas en términos sociales y políticos, y la conclusión  de común denominador es que los gobiernos de estas instituciones de educación superior son inamovible en su operación cotidiana.

En los últimos treinta años la política de los gobiernos hacia las universidades públicas de Iberoamérica está marcada por la política neoliberal de todos los gobiernos de distintos signos políticos.

Pero los aspectos más delicados que amenaza la existencia de la universidad pública a pesar de su justificada función social es el condicionamiento del financiamiento gubernamental y como ya se indico el sometimiento a las políticas de austeridad o de ajustes, el recorte del presupuesto universitario y la opacidad como se maneja, así como la corrupción por parte de las autoridades universitarias.

En el aspecto laboral, la mayoría de las universidades cuentan con una plantilla académica y administrativa envejecida y a su vez con el problema del financiamiento del sistema  de pensiones y jubilaciones que la mayoría de los casos condenan a los trabajadores universitarios a vivir los últimos años de vida en la miseria y en la enfermedad.

Hoy se hable un nuevo tema de investigación poco estudiado que es el gobernar de la universidad pública en Iberoamérica.

 También hay que señalar que las universidades públicas de referencias están perdiendo autoridad académica y científica en la sociedad porque los órganos estatales dedicados a la ciencia y la tecnología dictan las reglas de lo que es “científico” y con ello condicionan el financiamiento a la investigación científica en la universidad pública.

De esta manera el gobernar de la universidad pública, es todo un tema a discutir como objeto de investigación para los especialistas en temas gubernamentales y de asuntos públicos.

 Más aun cuando en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo el ex rector Medardo Serna hipoteco a la universidad con el gobierno de la cuarta –degeneración- transformación y ahora condiciona su financiamiento público a la reforma del régimen de pensiones y  jubilaciones; lástima que muchos trabajadores universitarios votaron por López Obrador.  

  

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