chemaJosé María Carmona

El próximo viernes a las 23 horas con 59 minutos y 59 segundos terminara el mandato constitucional del Presidente Enrique  Peña Nieto, así llegara a su punto final un sexenio marcado inicialmente por las famosas Reformas Estructurales contenidas en el Pacto por México, de tales reformas la joya de la corona fue la energética que le permite a los capitales extranjeros y nacionales participar en el sector estratégico de la energía, concretamente el petrolero.

Peña Nieto se va pero prácticamente deja a la economía nacional  privatizada, mediante escándalos de corrupción en todos los niveles.

Si bien es cierto, que a lo largo de su mandato mantuvo bajo control las principales variables macro económicas y financieras, al país entro un monto mayor a los 100 mil millones de dólares de inversión extranjera directa, creándose más de 4 millones de empleos y según el Coneval en los últimos dos años se redujo la pobreza extrema en 2 millones de personas.

Sin embargo, no obstante los diversos escándalos de corrupción así como el aumento creciente de la violencia en materia de homicidios, secuestros y extorciones como sinónimo del fracaso de la continuación de la guerra contra el narco y el crimen organizado por la vía militar, hoy deja un país en medio de un charco de sangre y cientos de fosas clandestinas,  queda como saldo final más de 250 mil muertos y 35 mil desaparecidos donde sus familiares caminan a lo ancho y largo del país en busca de sus hermanos hijos, padres, ante la indiferencia de las agencias del Ministerio Público en cuestión.

También Peña deja al país, cuerpos policiacos coludidos con la delincuencia organizada  y gobernadores así como presidentes municipales involucrados con el narcotráfico.

Los gobernadores corruptos que desfalcaron a los gobiernos estatales desviando cientos de millones para su beneficio personal o para campañas electorales a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La corrupción es otra medalla del merito a la forma de gobernar de Peña Nieto, entre estos hechos destaca el caso de la “Casa Blanca” a cambio de favores por la concesión de obras publicas ampliamente documentadas por el equipo de investigación de Carmen Aristegui, la cual fue censurada.

Este espacio es insuficiente para numerar todos los casos de hechos de corrupción, marca de distinción del gobierno de Peña Nieto y los gobernadores tanto del PAN como del PRI y el PRD.

La impunidad ante la corrupción del gobierno peñista y los gobernadores corruptos han indignado al pueblo, en su mayoría trabajador y con miserables salarios lo que provoca el repudio hacia la figura presidencial y la clase política, mientras la mayoría de los ciudadanos es víctima de la violencia por el crimen organizado.

Por otra parte, la organización Artículo 19, informó a través de sus redes sociales que el año pasado se registraron 507 agresiones a periodistas, de las cuales 12 fueron asesinatos.

En 2018, a mitad de año, se han dado 7 homicidios a periodistas, mientras que en todo el sexenio de Peña Nieto suman 55. Según informó la CNDH. De acuerdo a estos datos es otra herencia del gobierno peñista, a lo cual hay que agregar los hechos de censura contra los periodistas, donde destaca como ya se menciono el de Carmen Aristegui.

Pero todo llega a su fin en la fecha  y hora antes señalada terminara el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, un gobierno hecho en Televisa mediante el fraude electoral, y que estuvo sujeto a los poderes facticos del país. Peña Nieto se marcha del poder repudiado por el pueblo de México envuelto por la impunidad, sin castigo y perdonado por el futuro gobierno de López Obrador , de esta manera solo se puede decir good bye Peña Nieto.

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