José María Carmona
En medio de la peor crisis social producto de la masacre en Florida, Donald Trump pronuncio un discurso a la base del comité conservador del Partido Republicano con vistas a la elección de noviembre próximo, convocando a ganar la misma a los demócratas, a los cuales responsabilizo de los fracasos principalmente en materia de salud y migración.
El Presidente estadunidense hizo un rencuentro de los logros alcanzados, destacando la expansión de la economía de los Estados Unidos, la disminución del desempleo y el regreso de las inversiones al país del norte como producto de la disminución de la tasa impositiva.
En el mismo mensaje se refirió a la política comercial donde sostuvo que el Tratado de Libre Comercio con México a resultado un mal negocio para los intereses estadunidenses debido al déficit comercial desfavorable y advirtió de que en esta nueva renegociación sino resulta favorable para el país del norte dicho tratado se dará por terminado.
También hizo mención de cómo los demócratas le han abierto las puertas a China que hoy el déficit comercial es de 253 mil 400 millones de dólares y que el país del oriente continental a invadido el mercado estadunidense de mercancías.
De igual manera se refirió a Corea del Norte, donde asevero que no permitirá la expansión nuclear de este país que ponga en peligro la seguridad del pueblo norteamericano.
Pero lo más radical fue la posición que fijo en relación al tema migratorio donde se atrevió a firmar que la migración de los mexicanos era peligrosa porque los mismos eran unos delincuentes, además que se habían aprovechado de la migración en cadena que se estableció para que se rencontraran los migrantes europeos y que los mexicanos habían aprovechado de este marco legal por lo que era hora de poner un hasta aquí y comparo a los mexicanos como las víboras que se encuentran en el desierto indefensas y que se recogen, se les da cuidado y abrigo, después al cuidador la víbora lo muerde, así son los delincuentes mexicanos migrantes dijo Donald Trump.
Por ello, es necesario construir el muro de la frontera para que esas víboras no puedan cruzar y poder romper la migración en cadena como hasta ahora se ha hecho.
A Estados Unidos solo ingresaran aquellos migrantes mexicanos que tengan un merito y que estén trabajando en empresas estadunidenses en México, que pronto regresaran al país del norte; la migración será por meritos y no por relaciones familiares, Estados Unidos, su economía necesita trabajadores mexicanos pero que tengan la capacidad y los meritos necesario para que puedan contribuir hacer de la economía estadunidense una potencia, no de delincuentes que hoy viven de los beneficios del gobierno norteamericano es por ello que se tendrá que hacer una limpia de tantos delincuentes que han migrado a los Estados Unidos.
En cuanto a los dreamers o soñadores, aquellos niños migrantes que se fueron con sus padres a temprana edad y que ahora han adquirido derechos y que la mayoría están estudiando en las universidades; culpo a los demócratas de que hoy estén en los Estados Unidos cuando violaron la ley norteamericana y tienen que salir del país para poder arreglar su situación legal según Donald Trump.
Los migrantes mexicanos para el presidente estadunidense aparte de delincuentes también son narcotraficantes que envenenan a las familias norteamericanas y por eso se justifica la construcción del muro para evitar la migración ilegal y el narcotráfico; el muro costara 25 mil millones de dólares que aunque ya no dice que lo pagara México será la solución.
Como se sabe los migrantes mexicanos aportaron al país durante 2017, 28 mil 771 millones de dólares que contribuyen, según analistas al sostenimiento de más de 25 millones de mexicanos. Este aumento del envió de remesas obedecen al temor de muchos inmigrantes sin papeles de ser reportados en cualquier momento a México aunque tengan una permanencia entre 10 a 15 años, y pueden ser separados de sus familias.
Ante el discurso anti migratorio y anti mexicano del presidente estadunidense Donald Trump, el gobierno de Enrique Peña Nieto guarda silencio y su canciller Luis Videgaray tiene un comportamiento de sumisión a los intereses estadunidense, hoy tiemblan ante la posibilidad de que Trump se levante de la mesa de negociaciones del TLCAN y de esta manera termine el acuerdo comercial importándoles poco el discurso racista y antimexicano del presidente norteamericano. Vale más el negocio que la vida de los compatriotas para el gobierno Peñista sumiso al imperio del norte.
