José María Carmona
Cuando un dirigente o representante de alguna organización humana o social presenta a sus miembros malos resultados o perdidas por falta de liderazgo o gestión en el patrimonio de la misma se tiene que ir o ser sustituido irremediablemente.
Más aun cuando ese dirigente explica el fracaso en las políticas adoptadas que es responsabilidad únicamente de los mismos miembros de la organización.
En el terreno de las organizaciones empresariales o públicas, muchas veces los cambios en el liderazgo o funcionamiento de las mismas pueden ser una tarea complicada o demasiado difícil, más aun cuando no se respetan las reglas y procedimientos en todos los procesos tanto administrativos como financieros y la planeación establece metas y objetivos difíciles de alcanzar.
La conducción de los cambios necesarios para sacar a una organización o institución se puede llevar acabo de varias maneras, una de ellas burocrática, es decir de manera vertical sin consultar a sus integrantes, llevando a cabo los cambios sin tomar en cuenta las inercias existentes lo que resulta un fracaso.
Otra manera de resolver las crisis de las organizaciones o instituciones es tomando en cuenta la opinión de todos sus integrantes con el riesgo de que se haga de manera formal sin ir a resolver la problemática a fondo para superar la crisis y lo peor es que el líder o responsable de estos cambios lo haga para justificar su puesto en el mediano plazo y lo peor es enfrentar a una parte de los miembros de la organización con la otra parte haciendo valer su “autoridad” cuestionada por los malos resultados bajo el argumento de su legalidad y legitimidad.
Otro aspecto a considerar es su falta de capacidad para conducir no solo a la organización o institución en la gestión de los recursos humanos, financieros, productivos, tecnológicos, etcétera.
La prevención de mediano y largo plazo es otro factor determinante en el fracaso o éxito de las organizaciones o instituciones, anticiparse a los riesgos y amenazas internas o externas y no atenderlas conduce inevitablemente al fracaso o a la crisis, lo que constituye un acto de irresponsabilidad del que conduce los procesos antes mencionados de la organización o institución.
Es por ello que la planeación y programación, así como el seguimiento de todos los procesos es una condición necesaria en todo momento para el éxito o fracaso de la organización o institución, además si estos se conducen con la información suficiente y transparencia que permita a todos los miembros saber los objetivos y metas.
Las normas y procedimientos deben de ser precisos, además de los responsables de la ejecución y de evaluación de los mismos.
Sin la observancia de las normas y procedimientos es imposible conducir a las organizaciones o instituciones para evitar que entren en una profunda crisis que termine en su desaparición.
La comunicación clara y precisa de los que toman las decisiones y sobre todo si existen una consulta o contacto cotidiano entre los mismos de la organización o institución es una condición indispensable para evitar las amenazas o riesgo tanto internos como externos.
Todas las anteriores recomendaciones que se hacen en la teoría organizacional son aplicables tanto a instituciones públicas como privadas, es mas algunos especialistas afirman que los seres humanos nacen y mueren dentro de las organizaciones porque es un proceso social e histórico.
Todas esas recomendaciones de las teorías organizacionales o institucionales donde existe una amplia bibliografía nunca han sido tomadas en cuenta por las autoridades universitarias, tan solo hay que citar que el estatuto universitario es de 1963 y la actual Ley Orgánica es de 1986; en muchos aspectos el estatuto universitario se contrapone a la Ley Orgánica.
En la Ley Orgánica se establece los mecanismos institucionales u organizacionales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pero muchos procesos son llevados a cabo por las autoridades de manera discrecional, sin trasparencia lo que ha derivado en la actual crisis universitaria.
Es por ello, que el problema no se puede reducir a la reforma del régimen de pensiones y jubilaciones o a una nueva Ley Orgánica como lo afirma el diputado local Antonio García Conejo y mucho menos el Congreso local imponga la misma contra la opinión de los nicolaitas. Si ahora no se ha avanzado en la solución interna de la crisis es responsabilidad directa del Rector Medardo Serna Gonzales por su falta de capacidad en el liderazgo.
Así pues, la solución debe de salir de la propia comunidad universitaria; si el Congreso local impone los cambios desde afuera estarían violando la autonomía universitaria y sobre todo los gobiernos estatal y federal, al no entregar el subsidio están violando el artículo tercero constitucional.
Todas estas recomendaciones de la teoría organizacional o institucional deben de ser tomadas en cuenta para superar la crisis universitaria.