José María Carmona 

La lucha por la sucesión presidencial está abierta, los partidos políticos y los aspirantes a la candidatura por la presidencia están en plena campaña, elaborando sus estrategias, alianzas, coaliciones, gobierno con un programa común, frentes opositores, etc.

Como se sabe en la última semana el abanico de aspirantes presidenciales se amplió particularmente en el PAN, la lucha ya no es entre Margarita Zavala, Moreno Valle o Ricardo Anaya.

Mientras que en el PRD la definición pasa por  formar una agenda electoral y el mandatario michoacano Silvano Aureoles se quedo en el intento de conseguir la nominación a la candidatura por su partido.

En tanto que en el PRI, Enrique  Ochoa  ha dicho que el candidato se conocerá  hasta el año que entra.

Pero a todos los partidos y dirigentes de “oposición” al PRI hablan de formar un frente común para sacar a este partido de los pinos.

También se sabe que por su parte, Morena ya tiene el candidato que es López  Obrador  bajo el lema:   “la esperanza de México”.

En este contexto el país vive la más profunda crisis económica, política y social, en medio de la corrupción y la impunidad y los escándalos presidenciales como el espionaje que tiene al gobierno de Peña Nieto contra  la pared.

En un análisis realizado por especialistas de diferentes  universidades del país  han identificado  por lo menos 64 temas de la problemática nacional para formar una agenda como alternativa  para el país.

En primer término esta el diagnostico sobre la seguridad pública   y la violencia que como se sabe amplias regiones del territorio nacional están dominadas por el crimen organizado en todas sus variantes  sometiendo a la población local  a la extorción , el secuestro, el trafico de drogas y la trata de personas.

Ante esta situación han surgido los grupos de autodefensas y las policías comunitarias para combatir al crimen organizado que han resultado más eficaces que la estrategia del gobierno federal, incluso en las zonas urbanas, principalmente en los barrios y colonias los habitantes se organizan para defenderse  de la delincuencia y combatir al narco y también defenderse de los propios cuerpos policiacos  que en una gran parte están corrompidos y coludidos con la delincuencia organizada junto con las autoridades locales. Es por ello que un punto de la agenda nacional se plantea la autodefensa de la población civil  y que la misma se arme como una alternativa al fracaso de la estrategia de seguridad pública del gobierno federal.

La experiencia de las autodefensas en Michoacán y las policías comunitarias  con todas sus deficiencias y contradicciones han podido combatir eficaz mente al crimen organizado y liberado sus territorios, es por ello que ese punto debe de tomarse en cuenta en el programa electoral del 2018.

Como consecuencia de lo  anterior hay dos tareas pendientes la liberación de todos los presos  políticos que formaron parte tanto de las autodefensas y las policías comunitarias.

Ligado a este problema está pendiente en el debate nacional la legalización de todas las drogas como una tarea para disminuir la violencia en el país, no es suficiente la legalización de la mariguana con fines medicinales, hoy más que nunca se  impone abrir el debate nacional de una estrategia para disminuir  la violencia y combatir el narcotráfico. Legalizando todas las drogas la oferta aumentaría y con ello las ganancias para la delincuencia organizada caerían,  fuente principal de su financiamiento.

Pero la estrategia de legalizar  las drogas es incompleta si no va acompañada de una política pública activa para el tratamiento de los adictos y su tratamiento de manera gratuita, con la legalización disminuida los recursos públicos destinados al combate del tráfico de drogas y los mismos estarían destinados a programas de rehabilitación de la población adicta y la prevención, así como a la regulación no punitiva de la venta de la droga, lo que resultaría más seguro y viable contribuyendo de manera  sensible a disminuir la violencia, la inseguridad y vulnerar el financiamiento del crimen organizado.

De esta manera la legalización de las drogas, la autodefensa de la población civil y la liberación de los presos políticos que han formado parte de las autodefensas y las policías comunitarias deben de ser parte de la agenda nacional en la campaña presidencial del 2018.