chemaJosé María Carmona

La economía política es una ciencia social que estudia el comportamiento en los países en cuanto a la producción, la circulación, la distribución y el consumo de bienes  en una sociedad; en esta ciencia existe una relación entre economía y política esto significa que una puede determinar a la otra y viceversa, al final lo político puede determinar en la sociedad el bienestar de los ciudadanos, pero es necesario el elemento económico. Lo anterior puede parecer una tautología pero no es así, no es un juego de palabra si no es una determinación de muchas determinaciones.

Qué tiene que ver lo antes dicho con el proceso electoral del pasado domingo, particularmente en el Estado de México, la respuesta es aparentemente complicada; porque en una elección está en disputa el poder político y al mismo tiempo una propuesta económica determinada que tenga como propósito el bienestar de la mayoría de los ciudadanos.

En la elección, antes mencionada estuvo en disputa un proyecto populista que representa Andrés Manuel López Obrador con su ex candidata Delfina Gómez frente al proyecto de las reformas estructurales de Alfredo del Mazo y el presidente Peña Nieto.

Tanto el proyecto económico y social del PRI como él de Morena son antagónicos en apariencia, para el primero como ya se sabe representa el control de la inflación  sobre el crecimiento económico, la apertura comercial, y el predominio del mercado sobre el estado: mientras que para Morena esta primero en apariencia la política social para los sectores mas vulnerables de la población.

Estos dos proyectos económicos, tienen algo en común, ni Morena plantea cambiar la estructura de la propiedad privada en los sectores productivos, es decir estatizar sectores estratégicos de la economía que con las reformas  estructurales fueron privatizados, a lo mucho plantea aparte del combate a la corrupción, una modificación en la estructura del gasto público para posibilitar un mayor gasto social, para una supuesta redistribución del ingreso nacional, poniendo acento en la política social.

Mientras el proyecto del PRI utiliza la política social para eliminar las imperfecciones de la economía de mercado que como se sabe a fabricado más de 50 millones de pobres en el país.

Ahora el resultado de la elección del estado de México va a ser impugnado por López Obrador para hacer valer la votación a favor de su partido, pero en esencia el resultado final y definitivo no cambia las condiciones de vida de los mexiquenses.

Al final de cuentas el proyecto de López Obrador ha sido derrotado por la maquinaria priísta y él no ha tenido el poder político para movilizar a sus seguidores para evitar todas las maniobras del PRI. Hoy podrá decir que esta elección se la robo la “mafia” del poder.

Es innegable que en la elección del estado de México hubo acarreo, compra del voto y todo tipo de mapacherías, pero esos mismos métodos fueron utilizados por Morena.

De esta manera, la citada elección tan solo expresa la crisis del sistema de partidos que es un resultado del descontento  social y el deterioro de la vida  no solo de los mexiquenses si no de la mayoría de los mexicanos.

Con relación al PRD y su candidato Juan Zepeda si bien es cierto que vino de menos a más, esto no cierra la crisis en este partido tan golpeado por su colaboración con el gobierno de Peña Nieto.

En cuanto al PAN y su candidata Josefina Vázquez Mota el resultado obtenido habla por sí mismo, a pesar que en Veracruz obtuvo una victoria importante el PAN y que gano la elección de Nayarit y que la de Coahuila está en una disputa cerrada, pero el PAN perdió más que lo que gano.

En conclusión la jornada electoral  del pasado domingo es un reflejo de la crisis del sistema político del país por el descontento social la pobreza y la violencia así como la inseguridad que padece la mayoría de la población en el país y su repudio a toda la clase política que la ha empobrecido en lo que se puede denominar una economía política del pasado proceso electoral

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