José María Carmona

Sin calificativo alguno el comportamiento de los gobernadores a los cuales se les ha fincado responsabilidades de corrupción, sin entrar en el tema, ahora están en proceso de implementación el Sistema Nacional Anticorrupción.

Que está sustentado en tres leyes entre las cuales destacan la de Transparencia, en ese sentido la lucha por la transparencia y la rendición de cuentas ante los actos de podredumbre de la clase política ha estado a cargo de las organizaciones de la sociedad civil que lograron que se aprobara por parte el Senado el sistema antes citado; otra ley que le da sustento al mismo es la Ley General de Archivos que están por aprobarse  en el Senado y que constituye una regresión a lo ya ganado en la materia de acuerdo al investigador del Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE), Mauricio Merino que esta denunciado el contenido de la misma.

Mediante una serie de argumentos de argumentos técnicos de la archivología, en la ley en la materia todos los archivos que ha generado y que generen las instituciones públicas y gubernamentales pasarían a manos de la Secretaría de Gobernación de aprobarse el proyecto que está en comisiones del Senado.

Aparentemente a nadie le interesa los archivos de carácter público y más concretamente los históricos pero la realidad contra la transparencia en este proyecto de Ley es monumental, toda la información del país estará en manos del encargo de la política interior del país incluyendo los datos personales registrados en archivos públicos.

Otra aberración es que mediante las técnicas antes apuntadas el gobierno de la república tendrá la facultad de conservar, eliminar y textear el contenido de todos los archivos que significa borrar o tachar en los documentos y el daño es mayúsculo en relación a documentos de carácter histórico; inclusive hay un movimiento entre los historiadores para que en dicha ley no pase.

Nada hay que imaginar la carpeta de investigación de los normalistas de Ayotzinapan que tarde o temprano pasaría a manos de gobernación.

O todos los datos contenidos en diferentes tipos de archivos documentales o electrónicos donde se encuentran datos personales de destacados miembros de la posición política de este país, en manos de gobernación sin descartar los que ya se encuentran en el Centro de Investigaciones para la Seguridad Nacional (CISEN) que es el área de inteligencia del gobierno federal .

El dicho popular dice: “información es poder “ y lo que pretende el gobierno de Peña Nieto controlar absolutamente toda la información en todos los asuntos públicos del país lo que es un atentado al régimen democrático, además que de facto del gobierno pude desaparecer información con un valor incalculable para ocultar o desvanecer todas las evidencias para fundamentar actos de corrupción o violaciones a los derechos humanos de la aniquilación de las libertades democráticas y políticas en México.

Con esta nueva ley que se pretende aprobarse, absolutamente los ciudadanos estaríamos bajo la discrecionalidad del jefe del estado mexicano, generando una incertidumbre que vaya a utilizar en contra de los propios ciudadanos.

De hecho eso constituye un golpe mortal al derecho a la información, como derecho humano  con todas sus excepciones.

La libre manipulación de los archivos públicos del país aniquilan la transparencia a los que los ciudadanos tienen derechos y que los gobernantes tienen la obligación de transparentar todos sus actos.

Desde violación a los derechos humanos documentados hasta los más mínimos  archivos administrativos estarían a voluntad del presidente en turno.

Es por ello, que muchas organizaciones de la sociedad civil que han luchado por la transparencia y la rendición de cuentas en los últimos años como un derivado de la transición democrática hoy iniciara un movimiento en contra de la aprobación de esta lesiva que se pretende aprobar a favor del jefe del ejecutivo federal para construir una estado policiaco contra los ciudadanos, lo que significa un atentado mortal contra la escasa democracia conquistada en los últimos años.