José María Carmona
Desafortunadamente las autoridades universitarias no cuentan con la capacidad política para resolver el problema de la toma el Movimiento de Aspirantes y Rechazados a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y han optado por una política del desgaste y la confrontación entre estudiantes y profesores.
A pesar del llamado de varios sectores de la universidad entre ellos el del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana para el establecimiento de una mesa de diálogo entre los paristas y el rector Medardo Serna González.
Hoy asistimos al desalojo de los paristas en la Facultad de Medicina y Ciencias Biológicas “Dr. Ignacio Chávez” de manera violenta, si violenta cuando los estudiantes de la propia facultad encabezada por los jefes de grupo forzaron el candado con que se aseguraba las cadenas de las puertas principales en medio de gritos y descalificaciones discriminatorias a los que sostenían la toma, lo que resulta demasiado grave, afortunadamente el enfrentamiento entre alumnos de batas blancas – ¿futuros médicos?-, pero con métodos porriles no paso a mayores.
Para los que conocemos perfectamente la política en la universidad, y la manera de cómo los directores y la propia rectoría manejan a los “jefes de grupo” donde el rector es directamente responsable de estos hechos por su omisión y ha hecho cómplices al H. Consejo Universitario quien está en falta de acuerdo a los principios establecidos en la Ley Orgánica universitaria.
El hecho objetivo es que la universidad está tomada en su mayor parte por la Coordinadora Universitarios en Lucha y el Movimiento de Aspirantes y Rechazados que lo único que están pidiendo el compromiso para que los paristas y los aspirantes a ingresar a la universidad tengan garantizados un lugar en la Casa de Hidalgo.
En lugar de que el señor rector Medardo Serna González se ponga hacer la tarea de buscar los recursos financieros y los espacios físicos para cumplir con lo establecido en el artículo 3ero constitucional para garantizar el derecho a la educación superior, su conducta ha sido omisa y de fomentar el enfrentamiento xenófilo y discriminatorio entre los nicolaitas bajo el pretexto de la calidad educativa.
Desafortunadamente al interior del H. Consejo Universitario domina una tendencia conservadora por no decir ultra derechista y privatizadora, de igual manera las posiciones del máximo órgano de gobierno de la universidad viola los derechos humanos al tener una actitud discriminatoria para aquellos jóvenes que buscan entrar a la universidad nicolaita.
El propio rector ha promovido la violación a la autonomía universitaria en pro de la “calidad” educativa al entregarle al Ceneval una entidad de carácter privado en examen de admisión de que hoy debe de ser invalidado porque viola el Contrato Colectivo de Trabajo del SPUM y de la propia Ley Orgánica.
Únicamente hay que agregar que como servidor público de un órgano autónomo de carácter público como es la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo el rector como ya se dijo no solo promueve la violación a la autonomía universitaria sino también la violación a los derechos humanos de los jóvenes aspirantes a su derecho a la educación.
El rector ha utilizado como caballito de Troya al incompetente políticamente secretario general Salvador García para reventar el movimiento, pero la lucha del MAR y la CUL continua y necesitan la solidaridad de los profesores y empleados universitarios para las puertas de la Casa de Hidalgo se abran para todos aquellos jóvenes que deciden estudiar en ella y el examen del Ceneval debe de quedar invalidado ante un rector omiso en este conflicto universitario.