EL CHARCO ES UN MAR DE IMPUNIDAD
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- Categoría: Analístas Invitados
- Publicado el Lunes, 12 Junio 2023 10:14
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Abel Barrera Hernández
Las balas calibre .50 y las de los fusiles G3 incrustadas en las paredes de la escuela Caritino Maldonado horadaron el corazón de las familias indígenas de El Charco. En menos de cuatro horas más de 300 militares se concentraron en Ayutla de los Libres y en camiones artillados subieron los caminos pedregosos de la Montaña. El gobierno de Ernesto Zedillo dilapidó presupuesto para mandar comandos especiales del Ejército, armamento sofisticado, camiones Hummer, Torton y helicópteros. Cumplió su amenaza de usar toda la fuerza del Estado para acabar con cualquier brote de insurgencia armada. Las 50 familias del pueblo ñu savi quedaron atrapadas por el cerco militar. La mirilla estaba puesta en los ventanales de los salones: ¡Salgan, perros muertos de hambre!, fue el grito que irrumpió a las 2 de la madrugada para iniciar la masacre. Acribillaron a Hilario García Lorenzo, Crisóforo Jiménez Chávez, Fidencio Morales Castro, Ricardo Vicente, Mario Chávez García, Apolonio Jiménez García, Mauro Morales Castro, Fernando Félix, Francisco Prisciliano y José Rivera Morales, de las comunidades ñu savi de Ahuacachahue, Mesón Zapote, El Coyul, Ocote Amarillo, El Potrero, La Palma y El Charco, del municipio de Ayutla. También cayó abatido Ricardo Zavala Tapia, estudiante de sociología de la UNAM.