José Cueli

Donald Trump anuncia que reconocerá a Jerusalén como capital de Israel. En turno Medio Oriente en la campaña del presidente estadunidense de revolotear conflictos tanto en Oriente como en Occidente. Tomó la decisión a pesar de advertencias de líderes árabes y europeos de que el anuncio podría descarrilar iniciativas de paz y provocar un conflicto mayor. Con esta decisión Trump rompe con el consenso internacional de que el tema de Jerusalén permanece en disputa a pesar de la insistencia de Israel en que es su capital al mismo tiempo que los palestinos afirman que debe ser la capital de una Palestina libre y soberana. Israel ocupó militarmente el este de la ciudad sagrada en la guerra israelí-árabe de 1967 (notas de David Brooks, corresponsal de La Jornada en Nueva York). ¿Qué efectos tendrá en México esa decisión?

Emilio García Gómez, el investigador del árabe-andalusí, nos dice: ¿Hasta qué punto es sincera la poesía en ningún pueblo? El problema es difícil de resolver, pero no lo es afirmar que entre los árabes la falta de sinceridad o, mejor tal vez, el convencionalismo, está más acentuado que en otras literaturas. Los poetas, desde antes de empezar a componer, son ya esclavos de los símbolos y tópicos creados por sus predecesores, así como son también esclavos de unas estrofas y versos establecidos. Ibn Hazm, por ejemplo, describirá largamente su llanto en un poema, pero advertirá a continuación en prosa que no ha llorado nunca. Ibn Hazm es nada menos que el autor del libro El collar de la paloma, alma de la poesía árabe-andaluza.

En la poesía árabe la mujer, igual que en la literatura occidental, funciona como símbolo de belleza en la que se le compara con diferentes elementos de la naturaleza. La peculiaridad reside en que estos elementos no son propios de esa geografía, sino que son característicos de las tierras africanas o asiáticas de donde procede la cultura árabe.

“Es un antílope por su cuello,

una gacela por sus ojos,

un jardín de arriates por su fragancia,

una rama de sauce por su talle.”

En otras se le compara con la luz.

“Ojalá supiera cómo, si ella es el sol de la mañana,

se asusta de la luz.”

En el mundo judío-árabe-cristiano –Al-Ándalus– los gobernantes tan pronto triunfan como fracasan… desde siempre Al Mutamid, uno de los taifas más poderosos de la época, acabó perdiendo el reino de Sevilla y tuvo que salir del Al-Ándalus, una autobiografía en verso lo retrata:

“yo era amigo del rocío,

señor de la indulgencia,

amado de las almas y de los espíritus;

Mi diestra regalaba el día de los dones,

y mataba, el día del combate;

Mi izquierda sujetaba todas

las riendas que dominaban

a los corceles en los campos de batalla.

Hoy soy rehén, de la cadena y de la pobreza

apresado, con las alas rotas.”

(Citado por José Ma. González-Serna Sánchez, investigador del arábigo-andalusí.)

Qué lejos está la unión de Oriente y Occidente cuando el representante de Occidente acelera la destrucción entre judíos y árabes y se vive omnipotente. La pulsión de muerte freudiana en su esplendor. Habrá que encontrar en sueños la pulsión de vida. La belleza de una nueva vida.

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