Fabiola Martínez, Emir Olivares y Ana Langner

Sugiere alentar la regularización e inclusión

México no puede retomar las acciones de contención o detención de migrantes que se aplicaron en el sexenio pasado; por el contrario, debe trabajar para seguir ejemplos exitosos de integración a este sector, aseveró Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).

Jan Jarab participó en un encuentro privado en la Secretaría de Gobernación con el alto comisionado para las Migraciones de Portugal, Pedro Calado, quien explicó ante representantes de organismos internacionales, funcionarios e integrantes de agrupaciones civiles que atienden temas migratorios, la política incluyente y de integración que se aplica en su país.

Al ser entrevistado, Jarab alentó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a mantener a mediano y largo plazos el esfuerzo realizado al inicio de su administración para disminuir la contención de los flujos migratorios y desarrollar una capacidad de regularización e inclusión.

En tanto, Marueen Meyer, investigadora de la Oficina en Was-hington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), consideró que en comparación con las presidencias pasadas, el gobierno actual ha adoptado una retórica más acogedora hacia los migrantes en México. Sin embargo, recientes acontecimientos sugieren que puede recurrir a las políticas de detención y deportación agresiva que caracterizaron a su predecesor.

Asistentes al encuentro señalaron que el ministro portugués explicó la política migratoria que se aplica en su país desde hace más de 20 años, la cual se basa en la inclusión, al grado de que se otorgan apoyos para la generación de proyectos de emprendimiento entre los migrantes. Se trata de una estrategia integral que coordina todos los ministerios para garantizar, en principio, sus necesidades básicas.

Jarab remarcó que el nuevo gobierno ha manifestado intenciones de construir una política más abierta y enfocada a la regularización, pero enfrenta dos desafíos: los números de las personas entrantes han superado lo que se esperaba y la institucionalidad mexicana no está preparada para repetir el modelo portugués.

Ana Sainz, de Sin Fronteras, subrayó que el contexto migratorio en Portugal no está muy alejado del mexicano, por lo que debe considerarse el modelo aplicado por el país europeo. Vamos por buen camino en el sentido de que la exigencia de la sociedad civil ha sido esa: una política mucho más integral no sólo vista por el control de flujos.

Por otro lado, en un análisis, Meyer expuso que si bien el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado a México al aseverar que no ha hecho nada para evitar que las personas migrantes lleguen a la frontera; la cifra de detenciones sugiere que el gobierno de López Obrador no ha cedido en aplicar su ley de migración.

La especialista argumentó lo anterior al destacar que, en abril, el Instituto Nacional de Migración informó que había detenido a 41 mil 940 migrantes desde el comienzo del año. Esto representa una disminución de 5 por ciento de las 44 mil 62 detenciones durante los primeros cuatro meses de 2018.

Meyer destacó que el mes pasado, las operaciones contra una parte de la caravana de migrantes más reciente que viajaba a Chiapas resultó en la detención de 371 personas. Estos acontecimientos se parecieron a algunos de los abusos denunciados cuando Peña Nieto lanzó el Programa Frontera Sur en el verano de 2014.

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