Néstor Jiménez

A pesar de dedicarse a la producción de alimentos básicos en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, únicamente 8 por ciento de casas rurales cuenta con ingresos suficientes para acceder a la canasta alimentaria mínima, aseguró la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos José Dolores López Domínguez (Cioac-JDLD).

Un informe de esa organización, en el que se realiza un balance y trazan las perspectivas del sector agrícola para 2018, advierte que las dificultades de los campesinos para adquirir alimentos que no cultivan podrían agudizarse este año, debido al tortillazo, el gasolinazo y el índice inflacionario superior a 3 por ciento.

En el país, 65 por ciento de trabajadores agrícolas presenta problemas para acceder a la canasta alimentaria rural mensual por persona, dados sus niveles de ingreso. Y ese porcentaje podría incrementarse durante 2018 y hacia el final del sexenio, señala.

Detalla que el precio de la canasta alimentaria mínima rural por persona, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, se incrementó de 970 pesos –que costaba finales de 2016– a mil 45 en noviembre de 2017, siendo éste el costo promedio a escala nacional para cubrir las necesidades de alimentación básica de una persona durante un mes.

Las carencias son mayores para los campesinos del sureste del país, subraya dicho análisis.

Hay estados de la República donde sólo 8 por ciento de hogares rurales puede acceder a esa canasta. Es el caso de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, indica el documento.

Los recortes al gasto público, así como el aumento a las gasolinas y el diésel, impactan directamente en la economía de los campesinos, ya que para la producción agrícola el uso de combustibles es primordial. Por ejemplo, desde la preparación del terreno y la siembra, hasta la fertilización, el control de plagas y la cosecha.

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